Algunas veces necesitamos alejarnos y resetear. La ciudad más Austral del mundo tiene todo para que eso suceda en una escapada mágica. Hablar de ella es hablar de los confines de la tierra y exploradores. Allí, por la Tierra del Fuego, donde después sólo queda la Antártida, la naturaleza hace de las suyas. Montañas, glaciares, cocina de mar (sí o sí hay que probar centolla, merluza negra, pulpo y mejillones), hot tubs y piscinas que miran al entorno impresionante: la Bahía de Ushuaia, el Canal de Beagle y las montañosas de las islas Hoste y Navarino. Los más de 300 m2 de espejos de agua que ofrece el Arakur Resort & Spa provienen de lluvias y deshielos. Emplazado en un balcón natural y dentro de la Reserva Natural Cerro Alarken, propone circuitos de trekking, avistaje de flora y caminatas fotográficas.
De cervecerías artesanales -Casa Olmos sirve más de 30 variedades en una casa típica fueguina declarada patrimonio cultural de la ciudad- a chocolaterías premium y un circuito imperdible de gastronomía fueguina, la capital de Tierra del Fuego es puro deleite para el paladar. En Kalma, Jorge Monópoli hace una cocina fueguina investigativa -casi molecular- de kilómetro cero, con productos de cercanía que él mismo busca, como hongos silvestres y algas. El menú degustación es para los que vienen con ansias de probar: “Hay erizos, aparecen algunas espumas, hay unos aires, un gel, y mucho de recolección. En esta época del año el bosque está lleno de hierbas y flores que así como crecen mueren, nadie las usa, no se consumen porque no se conocen. Por eso también tengo el proyecto Cocina Nómada: un ciclo gastronómico de difusión”, cuenta el chef.
Cuándo ir
El verano es ideal para adentrarse en el Parque Nacional Tierra del Fuego y sus 40 km de senderos señalizados para descubrir Bahía Lapataia, Laguna Negra y la cascada del Río Pipo.
Qué hacer
Contratar la experiencia Akawaia al Faro Les Eclaireurs para navegar en la lancha privada con piqueo a bordo y visita a la colonia de aves y lobos marinos. Visitar la fábrica de cerveza artesanal en el Pueblo Auténtico Tolhuin.
Dónde comer
En Kaupé, el menú de pasos maridados con blancos y espumante es un paseo por la increíble materia prima acuática local. Tras una cortesía de láminas de merluza negra con emulsión de naranja y oliva con sal de calamar para abrir las papilas y sentir mejor el producto, llegan la centolla al natural, el ceviche de vieiras, y la merluza negra en papillote
Souvenirs
Volver a casa con las manos vacías unos chocolates de Laguna Negra (donde también se consiguen delicatessen locales) es casi un pecado.
Para los aventureros, la nueva Expedición Centolla Artesanal a Puerto Pirata que ofrece Los Cauquenes Resort + Spa + Experiences propone capturar y almorzar a bordo. También hay vuelos en helicóptero para ver el fin del mundo desde el cielo con la original idea del emprendimiento Heliushuaia, con diferentes rutas para elegir: Laguna Esmeralda, aterrizaje en la Cordillera de los Andes, Estancia Harbertone, Isla de los Estados.
El verano regala la oportunidad de encarar hacia el Puerto Almanza, un Pueblo Auténtico que conserva su identidad a la vez que toma relevancia con su ruta de la centolla: “Es el área de captura, frente al chileno Puerto Williams, donde se utilizan canastas a 70 metros de profundidad”, explica el chef Ernesto Vivian. A 70 kilómetros de Ushuaia en este paraje de pescadores están abriendo nuevos emprendimientos ligados al turismo. “También son muy buenos los mejillones. A veces se consiguen anchoas, sardinas y hay un criadero de truchas. Es una zona que se ha puesto muy interesante”. Los domingos, Puerto Pirata (al que le dicen el rancho de Diana) explota. También Oveja Verde, con parrilla libre de cordero patagónico, sorrentinos de palta con salsa de centolla y tortas caseras: «Hoy hice cheesecake de frutillas recién cosechadas, y para la merienda, tostadas de pan casero con dulces artesanales, como ruibarbo, una planta que introdujeron los ingleses de la que se come solo el tallo», describe Vero, la pastelera al frente de este proyecto de una pareja de emprendedores que en su propia casa rural invitan a pasar un día de campo, con la posibilidad de quedarse a dormir.
Sí, por su ubicación extrema, todo lo que sucede en Ushuaia adquiere otra dimensión.
