Los días 9 y 10 de marzo se va a celebrar el carnaval judío, una de las festividades más alegres de la tradición judía, una fiesta en la que el objetivo común es ser feliz, disfrutar, beber vino e incluso emborracharse.
Con un origen histórico-religioso, ya que se conmemora la intervención de la reina Ester para proteger al pueblo judío de la persecución perpetrada por Amán en la antigua Persia hace más de 2.400 años, Purim se ha convertido hoy en día en la excusa perfecta para disfrazarse y pasar dos días de diversión.
Uno de los lugares donde la celebración tiene mayor importancia es en la ciudad de Holón, al sur de Tel Aviv, donde se celebra el Adloyada Holon Purim Parade.
Miles de personas participan en este desfile, que tiene una temática diferente cada año. Estudiantes, grupos de gimnastas, acróbatas y malabaristas, grupos de danza y conjuntos musicales, grupos de teatro callejero y otros particulares marchan por las calles de la ciudad israelí en un desfile que incluye, también, enormes carrozas coloridas.
También, Jerusalén es un lugar idóneo para ir a festejar Purim con los más pequeños de la casa. El evento más importante tendrá lugar en la Plaza Safra y está diseñado para que acudan las familias para disfrutar de las diferentes actividades y actuaciones que se realizarán a lo largo de la mañana.