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El magnánimo edificio de la Bourse de Commerce se convierte en Pinault Collection, el gran museo de arte contemporáneo que revolucionará París.

El magnánimo edificio de la Bourse de Commerce se convierte en Pinault Collection, el gran museo de arte contemporáneo que revolucionará París.

Una nueva efervescencia brota en el mítico barrio de Les Halles de París. La reciente reapertura de bistrots de antes como À L’Épi d’Or y La Poule au Pot, retomados con mimo por el reputado chef Michelin Jean-François Piège ya anunciaban el renacer del vientre de París. Hoy las nuevas galerías de arte de sus alrededores, y sobre todo la apertura de la Bourse de Commerce-Pinault Collection dan un giro artístico al paisaje del entrañable quartier, en el siglo XIX, epicentro del inmenso mercado de mayoristas les Halles de Baltard.

 

Su inauguración se ha hecho esperar, debido a las medidas tomadas por el gobierno francés frente a la Covid-19. Por fin, el próximo sábado 22 de mayo, para el gozo de un público ávido de experiencias artísticas, la Bourse de Commerce-Pinault Collection abrirá sus puertas. En petit comité y previa reserva online, siguiendo el protocolo sanitario exigido, expondrá la colección de arte contemporáneo del archiconocido empresario francés François Pinault.

Considerada como una de las mayores colecciones del mundo, la rica compilación del coleccionista reúne más de 10 000 obras, pinturas, esculturas, vídeos, fotografías o instalaciones de unos 380 artistas internacionales, representando el arte desde los años 60 hasta nuestros días. Este centro de arte se convierte así en el primer museo parisino exclusivamente dedicado al arte contemporáneo a través de una colección privada.

La Bourse de Commerce, prestigioso edifico histórico localizado en el corazón de París, a dos pasos del Centro Pompidou y del Museo del Louvre , es testimonio de cuatro siglos de proezas arquitecturales y técnicas, desde la construcción de su columna Médicis, vestigio del hôtel de Soissons del siglo XVI y según dicen, observatorio del astrólogo de la reina Catherine de Médicis, y posteriores obras. En el siglo XIX fue una Halle aux Blés, que reunía mercaderes y corredores de trigo, que se servían de su innovadora cúpula metálica como granero, hoy se convierte en el nuevo spot del arte contemporáneo parisino.

ando, restaurando o restituyendo sus elegantes ornamentos.

El afamado arquitecto japonés regenera de forma remarcable el Monument historique honorando su rica memoria, definiendo un nuevo y grandioso espacio, una espectacular composición en la que dialogan con fluidez lo antiguo y lo nuevo, el pasado y el presente, gracias a la fusión del patrimonio y la creación contemporánea.

Así en el plano circular del edificio, que comprende una rotonda en su centro, presidida por un techo de cristal situado a 35 metros de altura, Tadao Ando ha teatralizado el edificio, integrando en su interior un imponente cilindro de hormigón de nueve metros de altura y treinta metros de diámetro.

Esta sorprendente forma geométrica pura, un círculo dentro de un círculo, constituye un nuevo mundo dentro del edificio, en el que las estudiadas dimensiones dejan entrever sus diferentes estratos. Además, permite al visitante recrearse del panorama completo de su monumental cúpula del siglo XIX del arquitecto François Bélanger, y pasear por el llamado passage circular, en referencia a las famosas galerías cubiertas parisinas.

Entre el muro exterior y el interior del cilindro, unas escaleras acompañan su silueta curva, sin tocar la antigua estructura, serpenteando hasta la cima, dirigida hacia el cielo, como una evocación de la eternidad. Y como colofón la segunda planta está coronada por una nueva pasarela que la rodea, un magnífico mirador que obsequia con una inédita vista bajo los poéticos y cambiantes juegos de luces y sombras proyectados a través de su cristalera. Desde ella se pueden apreciar los decorados y los inmensos frescos del edificio, su toile marouflée, una pintura de 360º compuesta por 1 400 m² de lienzo que refleja una alegoría del comercio francés a través de todos los continentes, creada en 1889, año en el que París acoge la notoria Exposition Universelle.

El proyecto museográfico de la Colección Pinault, extendido en 7 000 m² de este marco único, acoge la integralidad de las disciplinas artísticas y está dirigido a todos los públicos. Su programación propondrá exposiciones temáticas o monográficas, encargos, carta blanca y proyectos in situ, con el afán de apoyar a los artistas en su creación. Para ello el nuevo museo ofrece diez galerías de exposiciones repartidas en diferentes niveles, áreas de recepción y mediación, un auditorio que celebrará conferencias, proyecciones, performances y conciertos y un estudio propicio a la presentación de obras de vídeo y sonido.

Además, a partir del 10 de junio su tercera planta recibirá la Halle aux Grains, su restaurante confiado a Michel y Sébastien Bras, cuya carta hace un guiño a los cereales. Su minimalista decoración firmada por los hermanos Bouroullec, brinda bellas vistas tanto del interior del edificio como de la iglesia de Saint-Eustache y de los encantadores tejados parisinos.

La sonada inauguración de la Bourse de Commerce – Pinault Collection repartida en tres jornadas de puertas abiertas gratuitas, el 22, 23 y 24 de mayo, desvela su primera exposición ‘Ouverture’, un compendio de obras que el famoso coleccionista octogenario ha seleccionado él mismo, una elección de aquellas que defienden sus valores más preciados como la sed de libertad, la lucha contra la injusticia o el respeto del otro; las cualidades que admira como la valentía, la curiosidad o la humildad, y otras cuestiones que le inquietan como la vanidad.

Así, nada más entrar en el luminoso y diáfano espacio destaca la espectacular instalación efímera del escultor suizo Urs Fischer, presidida por una réplica en parafina del Rapto de las Sabinas de Giambologna, que a modo de inmensa vela y rodeada de otras piezas igualmente de cera, arderán lentamente durante seis meses, marcando el paso del tiempo.

Por su parte el artista francés Bertrand Lavier expone inéditas obras cargadas de ironía en las 24 vitrinas de madera de 1889 del PassageLa grand galerie muestra treinta piezas del artista africano americano David Hammons; la galería de la primera planta está dedicada a la fotografía, presentando clichés de temática activista desde los años 1970 a 1990, de la mano de Martha Wilson, Michel Journiac, Cindy Sherman, Sherrie Levine o Louise Lawler, y la galerie 4 se centra en tres grandes pinturas realizadas a partir de retratos por el italiano Rudolf Stingel.

Y para más deleite, sus diferentes espacios exhiben realizaciones de Tarek Atoui, Miriam Cahn, Maurizio Cattelan, Xinyi Cheng, Peter Doig, Marlene Dumas, Ryan Gander, Pierre Huyghe, Martin Kippenberger, Florian Krewer, Paulo Nazareth, Antônio Obá, Philippe Parreno, Martial Raysse, Thomas Schütte, Ser Serpas, o Luc Tuymans.

«Es así como la Bourse de Commerce se abre a los públicos más diversos, aquellos que ya comparten la pasión por el arte, pero también y sobre todo a los más alejados del mismo, invitándolos (…) a dar rienda suelta a su imaginación, en una palabra, a dejarse conmover por las obras de arte». 

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