En una burbuja de cristal, en un vagón en lo más profundo del bosque, en una casa flotante, en un pajar, entre los muros de un palacio o en la copa de un árbol, decenas de alojamientos con encanto se esparcen por la República Checa.
Si hay un lugar que se preste a la ensoñación o a vivir experiencias nuevas a cada paso ese es Chequia. Sus ciudades de cuento narran historias sin proponérselo, y el entorno natural, donde los bosques y las montañas invitan a evadirse, son el marco perfecto para ilusionarse de nuevo con el concepto de viajar.
Este escenario idílico con el que nos reencontraremos muy pronto merece un hotel a su altura que convierta cada instante en un momento para el recuerdo.
En función del tipo de viaje y de las preferencias del visitante se puede elegir uno u otro, pero la tendencia a integrar el establecimiento en el entorno es cada vez más habitual.
En Turismo de República Checa nos han compartido algunas propuestas que podremos encontrar en ese país y que son el mejor complemento a un viaje.
Retiros dignos de reyes, el capricho que mereces
Invadidos por el espíritu más hedonista hemos seleccionado tres palacios donde los viajeros sentirán el peso de la historia y serán atendidos como auténticos reyes o reinas.
Uno de ellos es el Chateau Herálec, convertido en un hotel boutique de cinco estrellas y con un spa by L’Occitane. Situado en un gran parque de estilo inglés, en la región de Vysočina, ofrece todo tipo de experiencias a medida para el viajero.
Sus instalaciones y detalles son caprichos sólo comparables a los que ofrece el Chateau Jemniště, una antigua fortaleza del siglo XIV transformada en una increíble mansión barroca rodeada de jardines con tres apartamentos llenos de glamour.
Un poco más aislado, e inmerso en el apabullante entorno de las Montañas Metálicas, sorprende la arquitectura del hotel Zámek Lužec.
Sus elegantes habitaciones trasladan al visitante a la época de Carlos IV, y su centro balneario le lleva a tocar el cielo con solo mirarlo. Su propuesta al huésped se complementa con una excelente cocina y la posibilidad de realizar excursiones por los alrededores.
Glamping, cuando tu salón es el bosque
Cuando desaparecen los gruesos muros del alojamiento, el entorno se funde con los espacios privados ofreciendo el denominado ‘glamping’.
Este concepto que engloba lo mejor del camping, el contacto con la naturaleza, y el confort de un hotel de lujo cuenta con excelentes referentes en la República Checa. Una de esas opciones es dormir en las cabañas acristaladas de Altány Orlice, cerca de Hradec Králové, donde estos cubos de cristal se integran en un paisaje boscoso junto a un río.
La experiencia de ver cómo amanece junto al cauce, merendar con los pies en el agua o darse una sauna finlandesa al anochecer no tiene precio.
También con paredes transparentes, pero en forma de iglú se puede elegir el Glamping Brdy, muy cerca de Příbram (en Bohemia Central), donde rememorar las acampadas infantiles pero añadiendo ciertos caprichos, como una coqueta chimenea donde tomar una copa de vino mientras se ven las estrellas, una sauna, o un baño en el interior de un barril de madera. Pero si el auténtico lujo ‘glamping’ se entiende como un rincón confortable donde aislarse del mundo, la mejor opción es Maringotka Pomněnka. Este habitáculo recuerda a un ‘hide’ de observación de aves en mitad del bosque y proporciona una total desconexión.
Cabañas en los árboles, sueños que se hacen realidad
La experiencia de alojarse en una cabaña en un árbol es una de las más demandadas en los últimos tiempos, no sólo por familias sino también por parejas que buscan un nido de amor. Proporciona vivencias que merece la pena sentir alguna vez: despertar escuchando el trino de los pájaros, admirar las brumas del amanecer desde arriba, sentarse en el porche con un café mientras el día se despereza…
En Chotýšany, a menos de una hora de Praga, se sitúa Green Valley Resort, que cuenta con una bonita cabaña de madera con todas las comodidades, y asistencia con cestas de desayuno, cenas románticas… Eso sí, hay que subir una escalera de caracol para llegar a la plataforma ubicada a 9 metros de altura.
Si viajamos a Bohemia del Sur, encontraremos otra propuesta interesante sobre una plataforma elevada a 4 metros, Dobčické rybníčky, a sólo dos kilómetros de Holašovice.
Casas flotantes en el campo o en la ciudad
Otro de los sueños recurrentes de los más aventureros es dormir en un barco o en algún lugar sobre el agua. En Chequia es fácil hacerlo realidad, tanto en un espacio de diseño como rústico. ¿Qué te parecería dormir en Puerto X, un alojamiento ideado por los arquitectos checos de Atelier SAD que aúna arquitectura y diseño?
Esta casa flotante de 150 m2 se encuentra en Holešovice, el Art District de Praga, un lugar ideal para conocer la cara más moderna de la capital. Sin salir de Praga, también se puede dormir en una casa flotante cerca de Vyšehrad.
La VIPLiving Houseboat tiene 12 metros de largo y permite navegar por el río Moldava para admirar desde la cubierta el Castillo de Praga y al casco antiguo.
La tercera recomendación para amantes del agua se encuentra a 5 kilómetros de České Budejovice (Bohemia del Sur) y su entorno es completamente diferente. Se trata de tres cabañas situadas sobre plataformas en un lago donde el chapoteo del agua y el canto de los pájaros son la principal banda sonora de las vacaciones.
Vodní domky Čejkovice es un alojamiento sólo para adultos donde desconectar, y pescar la cena desde el porche de casa.
Casas y cabañas con encanto
En este tipo de alojamientos la magia del entorno se traslada también a su interior, ya que se cuida cada detalle y se emplean únicamente materiales naturales. Quienes prueban una estancia en la cabaña Brusírna, situada en las Montañas Gigantes, repiten una y otra vez porque todos sus rincones son exquisitos.
Su sauna interior, la chimenea, el aroma de la madera, y sus grandes ventanales enamoran desde el primer momento. Quienes amen el estilo nórdico y el minimalismo preferirán en esta zona la cabaña Skøg Harrachov, que promulga un estilo de vida sencillo pero cálido que garantice el confort sin lujos innecesarios.
Los viajeros más románticos adorarán nuestras siguientes propuestas: Krásná Samota, una preciosa casa de campo situada entre Lužické hory y el Parque Nacional České Švýcarsko, y Cimra Bude, en la región de Liberec, cuya decoración bohemia –y con cierto toque retro– enamora nada más llegar.
En busca de las raíces
En este último apartado hemos agrupado una serie de alojamientos ideales para visitantes que no desean diseño ni caprichos de reyes, sino que prefieren dormir en espacios que hablen de cultura y tradición, sin estar exentos de encanto o detalles entrañables. ¿No sería un sueño dormir en un molino, en un pajar o en un antiguo coche de tren?
En la República Checa es posible hacerlo en distintas regiones. Para alojarse en un molino hay que dirigirse a la región de Vysočina, donde se encuentra el Resort Mlýn Černovice, un rincón encantador que recuerda a la Provenza o a una cottage inglesa pero que transmite la esencia de Chequia.
El sonido del agua y el croar de las ranas no son el único atractivo de este molino sino que la gastronomía, y la buena mano de los chefs convierten cada comida en un momento de celebración.
El sabor de antaño también se percibe en Lichtensteinská stodola, un viejo pajar cerca de Olomouc que ha sido reconstruido con todo mimo. Su impronta agro-chic es tan real como la implicación de sus propietarios, que se desviven por agradar a los huéspedes invitándoles a participar en tareas cotidianas como hacer mermeladas caseras con frutos del bosque.
La última propuesta que nos hacen es recuperar el romanticismo de los viajes en tren, ya que cerca de Třeboňsko, en Bohemia del Sur, se sitúa Wellnessvagón, un antiguo vagón de ferrocarril transformado en alojamiento, con jacuzzi en el jardín, sauna, y un relajante barril
El listado completo de alojamientos originales y con encanto en la República Checa sería infinito, pero con esta selección ya te puedes hacer una idea de la variedad que espera al viajero.