Río de Janeiro va a organizar espectáculos de fuegos artificiales en diez playas para señalar el pasaje de año, como alternativa al habitual réveillon que se concentraba en la playa de Copacabana.
La celebración tradicional ha sido cancelada este año por recelos de propagación de ómicron, la nueva variante del SARS- CoV-2.
De este modo, el tradicional réveillon en la playa de Copacabana, este año cancelado, podía reunir a cerca de dos millones de personas. Ahora, la nueva versión del réveillon de Río prevé espectáculos de fuegos artificiales lucirán hasta 16 minutos, no sólo en Copabacana, sino también en nueve otras playas de la ciudad.
‘Será difícil estar en algún lugar de la ciudad sin mirar para el cielo y ver los fuegos-de- artifício. Queremos una fiesta con la mayor democracia posible’, ha informado el alcalde de la ciudad brasileña, Eduardo Paes.
‘Está claro que va a haber aglomeración. La aglomeración no está prohibida en Río de Janeiro. Pero vamos a reducir los riesgos. Tendremos los espectáculos en diez puntos diferentes para evitar desplazamientos y aglomeraciones’, advirtió el munícipe.
La cancelación de los conciertos musicales y de las fiestas programadas en Copacabana disminuirá el interés de los cariocas y turistas en ir a la playa para despedirse del año, ya que podrán asistir al espectáculo pirotécnico sin necesitar de estar en la playa.
La única atracción adicional en playas serán las 25 torres de cajas de amplificación de sonido montadas en Copacabana y que reproducirán diferentes músicas, así como la cuenta de los segundos restantes para la entrada en 2022.
Eduardo Paes anunció esta nueva versión de su Nochevieja después de haber cancelado los festejos en su formato tradicional, uniéndose así a las otras 22 capitales regionales de Brasil, de un total de 27, que cancelaron las festividades de réveillon para evitar la propagación de la nueva variante del coronavirus.