Situada al oeste de Argentina, muy cerca de los Andes, la provincia argentina es mundialmente conocida por sus vinos. Pero Mendoza tiene mucho más para conocer…
Que en Mendoza se produzca el 70 % de los vinos argentinos es una razón más que suficiente para visitar la ciudad, darte un paseo por varias de sus bodegas y disfrutar de una copa o las que surjan. Por algo se sitúa dentro del selecto grupo de las Grandes Capitales del Vino del mundo (GWC en inglés).
La oferta vinícola es variada, con rutas en bus, bicicleta o coche; catas, degustaciones y otros eventos relacionados con el vino. Pero Mendoza, por su ubicación a los pies de la cordillera más larga del mundo y su desarrollo urbanístico en la capital, es un destino en el que también puedes descubrir otros lugares impresionantes y una ciudad que apetece vivir.
MENDOZA, CIUDAD VERDE
Llegar a Mendoza capital es descubrir una urbe reposada, planificada para combatir el calor desértico de la región donde está emplazada y para que caminar sus calles sea agradable. La ciudad fue asolada por un terremoto en el año 1861 que obligó a reconstruirla.
A raíz de este hecho se planificó la creación de distintos espacios verdes, así como un sistema de riego urbano que ha dado como resultado una red de arborización que da sombra y belleza a las vías. Varias de ellas son bonitos túneles de ramas y hojas que permiten caminar bajo su protección.
El centro de la ciudad está regido por una plaza principal, la de la Independencia, y cuatro plazas menores que la rodean de forma equidistante: España (adornada con azulejos típicos andaluces que le dan un encanto especial), Chile, Italia y San Martín, cada una de ellas también con profusión de árboles en sus espacios.
Un punto aparte es el parque General San Martín. Se trata de un bosque de 394 hectáreas en el que podrás ver y disfrutar la vida cotidiana de los mendocinos. Diseñado por el arquitecto francés Carlos Thays tras el terremoto, es el principal pulmón verde de la ciudad y el mayor lugar de recreo de los habitantes de Mendoza.
Te sorprenderán los elegantes portones que reciben al visitante, de origen francés. Después, puedes perderte caminando por sus senderos mientras ves a la gente practicar deportes, tomar el sol, observar a algún artista callejero o hacer pícnic incluso por la noche durante el buen tiempo. Uno de sus puntos principales es el estanque, allí hace sus prácticas el club de regatas de Mendoza. Más allá, el parque es rematado por el cerro de La Gloria, un lugar al que llegas caminando en 30 minutos o también puedes hacerlo en autobús si lo prefieres. La colina es un mirador desde donde verás la ciudad y las montañas de alrededor junto a un imponente monumento dedicado al general San Martín, libertador del país.
Otros atractivos turísticos de Mendoza son las ruinas jesuíticas de San Francisco, el balcón del tango Carlos Gardel, el Museo del Área Fundacional y hacer una parada gastronómica en el Mercado Central con sus puestos de comida “al paso” (para llevar). Y si eres fan de Mafalda, frente a la Universidad de Mendoza encontrarás un banco igual al de Buenos Aires donde te podrás fotografiar con ella.
La mejor recomendación es caminar sus calles en el centro, con numerosas terrazas y vida diurna durante el buen tiempo, sobre todo en la época de vendimia (febrero-abril), cuando la ciudad se revoluciona con numerosas actividades dedicadas al vino.
LOS ALREDEDORES: LA MONTAÑA Y SUS ATRACTIVOS Las afueras de Mendoza esconden rincones naturales impresionantes. Si eres amante del deporte tendrás aquí numerosas opciones de rafting, trekking, rapel y demás. Y si no lo eres, pero te gustan los entornos naturales, te recomendamos hacer la excursión que las agencias suelen ofrecer llamada “Alta Montaña”.
Es la más completa y dura un día entero. Muchos hospedajes la ofrecen directamente a sus clientes, con lo cual te recogerán directamente por la mañana. En esta excursión conocerás la laguna de Potrerillos, la más frecuentada por los mendocinos por su cercanía; el pueblo andino de Uspallata; el mirador del cerro Aconcagua, la impresionante montaña ansiada por los andinistas al ser la más alta del continente; el Cristo Redentor, situado a 4.900 metros de altura justo en la frontera con Chile donde, si tienes suerte, podrás divisar a lo lejos algún cóndor.
Mención aparte merece el Puente del Inca. Es un monumento natural que suponía el paso del río para los incas. Lo llamativo de este lugar es que, debido a las sales minerales y el óxido del hierro presente en el agua que baja de la montaña hasta el río, la superficie ofrece una gama de colores de ocres a terracotas que le dan un precioso aspecto.
Como dato curioso, en las tiendas de souvenirs de alrededor se encuentran objetos que depositan en el agua del río, y que después de unos días salen petrificados, cubiertos con la misma capa mineralizada.
MENDOZA Y SUS VIÑEDOS
Sin duda, es su principal atractivo turístico. La actividad vinícola mendocina es amplia. Por su clima mediterráneo se ha convertido en una región conocida mundialmente por la calidad de sus vinos, donde la uva estrella sigue siendo la malbec, que produce unos caldos suaves y con taninos dulces.
En temporada de vendimia la ciudad se revoluciona con múltiples actividades. Acércate a la oficina de turismo en el centro y busca el programa que organizan para enterarte de todo lo que hay. De igual forma, visitar algunas de las bodegas abiertas al público constituye una excursión atractiva, da igual la época.
Para hacerlo tienes distintas opciones:
- Alojarte en un hotel spa como el Entre Cielos, donde te despertarás literalmente entre viñedos, una opción perfecta para sibaritas.
- Subirte al bus vitivinícola, una forma cómoda de recorrer y degustar en varias bodegas. Sale de Mendoza capital y visita bodegas situadas en Luján de Cuyo, Maipú y Valle de Uco.
- Hacer una excursión en bicicleta por las bodegas, una opción divertida y económica. En 4 horas aproximadamente conocerás las bodegas de la zona y podrás hacer degustaciones y participar en catas. No olvides ponerte protector solar y llevar agua.
Vinos, naturaleza, excursiones urbanas y de montaña. Por todas estas razones Mendoza es un destino imprescindible en tu viaje a Argentina.