La ambientación del crucero Costa Firenze está inspirada en el Renacimiento florentino. Firenze es el nombre italiano de Florencia, una ciudad paradigma del arte, del gusto y del refinamiento occidental. Es uno de los buques más modernos de la compañía Costa Cruceros y fue presentado en sociedad en diciembre de 2020, aunque no fue hasta julio de 2021 cuando empezó a navegar por el Mediterráneo.
Una plaza en alta mar
Gemelo en lo fundamental del Costa Venezia, toda su decoración nos trae recuerdos de la Toscana, desde la Piazza della Signoria, espacio de encuentro situado en el centro del barco, hasta el Teatro Rosso o el Casino Dea Bendata. Sin embargo, el Costa Firenze está pensado para el mercado chino, el principal emisor de turistas del mundo y con el mayor índice de crecimiento. En 2018, 2.4 millones de chinos hicieron un crucero, el triple que en 2014, hoy podrían haber superado fácilmente los 7 millones.
Pensando en China
Es evidente que se ha pensado muy concretamente en los consumidores orientales. A los colores blancos y verdes, típicamente florentinos, han añadido por todas partes los rojos y dorados tan del gusto del mundo oriental. Todos los carteles y nombres de los locales están en inglés y en chino. La zona de tiendas es mucho mayor que en otros cruceros de este tipo y abundan las marcas de lujo de las que los chinos son los mayores consumidores.En el casino
Algunos aspectos nos indican que está pensado para gustar a los orientales. Hay más espacio dedicado al casino (el juego es otra de sus pasiones), cuando en otros cruceros incluso se ha suprimido este tipo de entretenimiento. Las máquinas tragamonedas, por ejemplo, lucen imágenes de dragones y dioses chinos de la fortuna, y el número 8 (guarismo de la suerte en Extremo Oriente) aparece por todos lados.
La planta del infortunio
Hay muchos restaurantes orientales con ofertas de dim sum, jiaozi, teppanyaky y sushi. Y entre los canales de televisión no faltan varios chinos en su idioma original o traducidos a otras lenguas. Solo un fallo que no les pasará desapercibido a esos cruceristas: existe el piso (cubierta) 4, número de la mala suerte, aunque también es verdad que no han eliminado el 13, el del infortunio para los occidentales.
El talento del chef Ángel León
Hay tres aspectos fundamentales en los que el Costa Firenze quiere marcar la diferencia con sus competidores: la cocina, las excursiones y la sostenibilidad. En el capítulo gastronómico cuenta con trece restaurantes (el mayor número de toda la flota de Costa) y ocho bares. Massimo Leimer, director del Departamento de Food & Beverage, nos dijo que se preparan 20.000 comidas diarias tanto para los pasajeros como para los 1.300 tripulantes. Entre sus cocineros más afamados se encuentran el español Ángel León, la francesa Hélène Darroze y el italiano Bruno Barbieri, que suman 20 estrellas Michelin. Los tres han diseñado lo que denominan ‘Platos de Destino’, recetas que van variando inspiradas en tradiciones y sabores de los lugares que visitarán los cruceristas en las excursiones del día siguiente.
En la Costa Amalfitana
Las excursiones son otro de los platos fuertes del Costa Firenze. Frente a la tendencia de algunos cruceristas de exprimir al máximo lo que se les ofrece a bordo, sin casi echar pie a tierra, este barco promociona las posibilidades de bajar y descubrir los ‘tesoros ocultos’ de los destinos. Para ello amplía el tiempo de cada escala, incluso pasando alguna noche en el puerto para poder explorar sin prisas los lugares.
Sueños con vistas
Seguramente el aspecto en el que Costa Cruceros ha prestado más atención es en conseguir una navegación sostenible y de cero emisiones. Para ello cuenta con una nueva generación de barcos (Smart Cities flotantes) propulsados completamente por Gas Natural Licuado (GNL), el combustible fósil más limpio del mundo. El uso de este combustible reducirá de manera significativa las emisiones contaminantes, logrando una reducción de un 25% en emisiones de carbono, un 85% de óxido de nitrógeno, entre un 95 y 100% menos de materia particulada y eliminará completamente las emisiones de dióxido de azufre. Costa Cruceros apostó por el GNL en 2015, cuando encargó el primer barco de cruceros del mundo propulsado por esta energía.
El Mediterráneo desde Barcelona
A la espera de que el mercado chino vuelva a abrirse para navegar hasta Shanghái, arribó a la Ciudad Condal el pasado sábado 9 de abril tras su temporada en los Emiratos. El Costa Firenze hará 34 escalas en Barcelona esta temporada y al menos hasta noviembre realizará el crucero denominado ‘La música del mar’ en el que durante 8 días (7 noches) partiendo de Barcelona recalará en Cagliari (Cerdeña), Palermo (Sicilia), Civitavecchia (Roma), Génova (Italia), Marsella (Francia) para volver a Barcelona.