El 64,8% de los turistas que llegaron a Brasil en 2019 señalaron sus playas y clima como motivo principal para viajar hasta allí.
Si por algo Brasil es uno de los destinos preferidos por los viajeros, es por sus playas. No en vano, el 64,8% de las llegadas al país en 2019 (último año con datos prepandemia) alegaban las cristalinas aguas brasileñas y soleados paisajes como motivo para pasar allí unos días de descanso.
De entre las regiones del país, la nordeste destaca por ser ‘el paraíso en la tierra’, con un clima cálido y soleado con enormes atractivos por descubrir.
Jericoacoara
Jericoacoara es uno de los destinos más atractivos para viajar en verano. En la región, es posible visitar dunas y lagunas, así como Mangue Seco, un vivero natural de visita obligada; o Pedra Furada, una localización inigualable donde además podrás tener la foto perfecta de tu viaje por las playas de Brasil.
La región es un Área de Protección Ambiental y se convirtió en Parque Nacional en 2002. El parque fue creado para proteger y preservar su ecosistema costero, certificando la conservación de sus recursos naturales y permitiendo la investigación científica, la educación ambiental y el turismo ecológico.
Con paseos de arena suave y sin ningún tipo de contaminación lumínica, Jericoacoara, a pesar de ser popular, conserva las características rústicas de un típico pueblo de pescadores.
En ‘Jeri’ es posible alojarse en los hoteles más lujosos, pero también en albergues locales. Hay opciones para todos los bolsillos.
Porto de Galinhas
Con la inmejorable combinación de hermosas playas, piscinas naturales y rica gastronomía, Porto de Galinhas se perfila como un destino ideal para visitar en verano. Galinhas es uno de los lugares más populares del nordeste brasileño.
Las playas y sus 15 km de costa son la joya de esta localización. La más concurrida es Praia da Vila. Desde allí parten balsas hacia las piscinas naturales, a cinco minutos de la orilla.
Se trata de una excursión estupenda, sobre todo cuando la marea está baja y aparecen los corales, que crean piscinas de agua cristalina -una de ellas incluso parece el mapa de Brasil-. Eso sí, hay que consultar primero cómo estará la marea los días que queramos ir a visitarla, y aprovechar las horas en las que esta se encuentre más baja.
Otra opción es recorrer la costa de punta a punta en buggy. En el tramo más septentrional se encuentra Muro Alto, cuya playa está situada entre una pared de arena llena de cocoteros y un arrecife de coral, con aguas tranquilas y cálidas, como las de una piscina. La segunda parada es Pontal do Cupe, un tramo ideal para los que quieren estar más alejados del bullicio de las playas cercanas al centro de Vila.
Allí comienza la Praia do Cupe, con 5 km de extensión, pero con pocos bañistas debido al fuerte oleaje.
Pipa
Praia da Pipa es un santuario en Rio Grande do Norte, a 80 km de Natal. El distrito se encuentra en la ciudad de Tibau do Sul y presenta muchas atracciones en las que los visitantes pueden entrar en contacto con la naturaleza, disfrutar de playas con vistas increíbles, o ver el atardecer desde los acantilados junto al mar.
A primera hora de la tarde, la calle empedrada se llena de gente y los coches se mezclan con la gente, algo que ya forma parte del encanto de Pipa. En la Baía dos Golfinhos, además, es posible delfines chapuceando para el disfrute de los visitantes.
Otras opciones son visitar el Santuario Ecológico y caminar entre la Praia do Centro y la Praia do Amor.