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Destino

3 puertos, 3 parques: conexión única entre cultura y naturaleza patagónica

Tres Puertos – Tres Parques es una peculiar propuesta turística que acerca al visitante a lo más profundo de la identidad local en la Patagonia argentina.

Sobre la Ruta Nacional 3, Puerto Santa Cruz, Puerto San Julián y Puerto Deseado invitan a atracar, descender y explorar un período de la historia patagónica, mientras se realza la relación con el mundo natural a través de sus principales parques: Parque Nacional Monte León, Parque Interjurisdiccional Marino Isla pingüino y Parque Interjurisdiccional Marino Makenke.

La riqueza de la propuesta se asienta sobre una variada oferta de actividades, museos y excursiones que permite al visitante entender la relación de cada destino con el mar, ya sea en materia cultural o natural, todo el año y para todas las edades. 

Un canal, dos culturas 

El mar, portador y eterno confidente de las más arriesgadas hazañas, supo erigirse como el nexo, el canal, que unió dos mundos: los pueblos originarios americanos y los llegados del viejo continente.

De este encuentro, son diversas las referencias que testimonian el destino de aquellos navegantes en territorio patagónico: naufragios, retratos descriptivos y un puñado de nombres que han forjado parte de la historia, como Magallanes, quien desembarcó por primera vez en Puerto San Julián, y que atravesó un naufragio en Puerto de Santa Cruz; o el propio Charles Darwin, que dejó testimonio de toda su incursión por estos lares.

Pero, al mismo tiempo, se hacen tangibles miles de años de expresiones culturales heredadas de los primeros habitantes presentes, no sólo en las múltiples propuestas museísticas, sino en muchos aspectos de la vida cotidiana de sus pobladores. 

Una opción que recrea las primeras incursiones en este suelo es el Circuito Histórico Derrotero del Corsario, ubicado en diferentes puntos del sector costero de Puerto Deseado. La misma es una propuesta auto-guiada que, a lo largo de seis estaciones, se trata de vivenciar la experiencia del corsario inglés Thomas Cavendish, quien en 1586 descendió allí y bautizó el lugar ‘Port Desire’.  

En Puerto Deseado la exploración de grandes navegantes aconteció durante todo el siglo XVI con la odisea de Hernando de Magallanes, siendo los naufragios descubiertos entre los siglos XVII, XVIII y XIX, dejando baluartes de estas gestas marítimas, monumentos de una época que descansan en el fondo de la Ría Deseado.

Debajo del manto azul púrpura que baña las costas de canto rodado los objetos de la corbeta Swift ofician como un portal al pasado, que puede ser visto en uno de los museos más disruptivos e imperdibles en suelo deseadense: el museo Mario Brozoski. 

Hacia fines del siglo XIX y principios del XX se irán reforzando los puertos santacruceños, siendo el de Puerto Deseado uno de los más importantes de la Patagonia austral, con su faro en Cabo Blanco, testigo de una historia abigarrada de proyectos adscriptos a un ordenamiento nacional de la mano de hombres y mujeres que ayudaron a construir los cimientos de la cultura local. Actualmente la disponibilidad de guías capacitados favorece la incursión en el desarrollo portuario, su importancia y trascendencia en materia comercial y productiva. 

El puerto significó una apertura que se consolidó con otro gran avance en la época: el desarrollo del ferrocarril.

Este acontecimiento fortaleció el crecimiento de la comunidad local, haciendo indispensable la inauguración de edificios y la prestación de servicios que debían satisfacer las necesidades de la creciente población, como escuelas y hospitales. Muchos de estos nuevos habitantes eran inmigrantes; entre ellos, los yugoslavos que tendrán un lugar protagónico. 

Con apenas 25 años de vida, Puerto Deseado se verá incluida en un proyecto ferroviario.

Hacia fines del siglo XIX y principios del XX se irán reforzando los puertos santacruceños, siendo el de Puerto Deseado uno de los más importantes de la Patagonia austral, con su faro en Cabo Blanco, testigo de una historia abigarrada de proyectos adscriptos a un ordenamiento nacional de la mano de hombres y mujeres que ayudaron a construir los cimientos de la cultura local.

Actualmente la disponibilidad de guías capacitados favorece la incursión en el desarrollo portuario, su importancia y trascendencia en materia comercial y productiva. 

El puerto significó una apertura que se consolidó con otro gran avance en la época: el desarrollo del ferrocarril. Este acontecimiento fortaleció el crecimiento de la comunidad local, haciendo indispensable la inauguración de edificios y la prestación de servicios que debían satisfacer las necesidades de la creciente población, como escuelas y hospitales.

Muchos de estos nuevos habitantes eran inmigrantes; entre ellos, los yugoslavos que tendrán un lugar protagónico. 

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