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Destino

Las mejores estaciones de esquí de Europa para principiantes

Estamos, sin duda, ante una era dorada para el esquí para principiantes. Aprender a esquiar nunca había sido tan fácil gracias a los materiales y a las instalaciones que hay hoy disponibles. Hace tiempo, cuando los esquís eran finísimos y difíciles de manejar, aprender lo más básico podía llevar semanas. Pero los esquís modernos, más anchos, cortos y ligeros son increíblemente más fáciles de controlar, lo que permite ganar confianza sobre ellos en tan solo unos días. Además, la mejora en el mantenimiento de las pistas, mucho mejor que hace unos años, hace que los recorridos sean mucho más amables con los debutantes.

Para novatos, una recomendación: no está de más, antes de acudir a una estación de esquí para principiantes, aprender lo más básico en una pista artificial, o incluso en una sin nieve, que cada vez están más extendidas en Europa.

Cuando llegues a la montaña, no tendrás problema para encontrar clases de esquí para principiantes. Muchas estaciones ofrecen pistas enormes, amplias y seguras para los más novatos, con cintas transportadoras en lugar de los telesquís, más complicados de aprender a utilizar.

Ahora que las mejores estaciones de esquí de Europa están volviendo a sus niveles de actividad prepandemia, hay tantas opciones que puede resultar abrumador. Te contamos qué estaciones de esquí son ideales para principiantes para ayudarte a decidir a dónde hacer esa primera escapada de esquí.

Les Arcs, Francia

“Quería buscar la armonía perfecta entre el cielo, las praderas de montaña y el ser humano”, fue lo que dijo la arquitecta Charlotte Perriand, que dirigió el proyecto de diseño y construcción de esta enorme estación de esquí a finales de la década de 1960. Les Arcs, con espacio para unas 30.000 personas, formó parte tras su construcción de una campaña del gobierno socialista francés para promocionar las vacaciones en la montaña. Por supuesto, buena parte de la gente que se apuntó a esta tendencia estaba aprendiendo a esquiar. 

Aunque la estación ha crecido y cambiado mucho desde entonces, sigue tratando a los principiantes con mimo. Hay zonas de iniciación por todas partes y los remontes para novatos son gratuitos. Cuando te sientas con ganas de avanzar, puedes comprar billetes sueltos para algunos de los telesillas. Hay en total tres pistas verdes y sesenta y cuatro azules.

Dónde dormir: En Arc 2000 está el hotel Taj-I Mah, el único de cinco estrellas de toda la zona de Paradiski. Tiene una piscina de 15 metros, sauna, jacuzzi y hammam.

VIP Ski también ha abierto hace poco un chalé con todos los servicios en el límite de Arc 1950, con su propio restaurante, tienda de material de esquí y piscina. El enorme spa de Deep Nature se encuentra muy cerca.

Obergurgl, Austria

En 1931, el explorador suizo Auguste Piccard tuvo un aterrizaje forzoso con su globo en un glaciar cercano a esta estación de esquí austriaca, poco después de ser el primer ser humano en alcanzar la estratosfera terrestre. Aunque no hace falta llegar a esos extremos para disfrutar de la zona de Obergurgl, los más novatos tendrán oportunidad de probar pistas en altura gracias a las abundantes bajadas de niveles asequibles que hay prácticamente desde la cima de la montaña.

Si vas por primera vez, no te pierdas el restaurante Top Mountain Star, en la montaña de WurmkogelA tres mil metros de altura y sobre el relieve escarpado de la montaña, parece sacado de una película de James Bond, y casi nos esperaríamos encontrar la guarida de un villano en su interior. Su exterior de cristal y mirador ofrecen unas vistas panorámicas de las espectaculares montañas nevadas.

Dónde dormir: Los interiores de madera y piedra de Grünerhof Hotel & Restaurant, recién renovados para esta temporada, no han perdido ni un ápice de su estética característica. Los dueños afirman que la filosofía de este lugar es “Carpe diem y buena vibra”.

Si te apetece algo más clásico, el hotel Jenewein existe desde los años 30 y abraza lo tradicional con ahínco. Tras pasar la mañana en la nieve, la terraza o el spa cubierto apetecen más que nunca.

Grandvalira, Andorra

Esta estación de esquí es ya un clásico en el sur de Europa. No solo es el lugar perfecto para conocer la cara más natural de los Pirineos, sino que también es una de las mejores estaciones de esquí para principiantes. Los seis sectores que componen Grandvalira tienen zonas para novatos y, más concretamente, El Tarter, Soldeu, Grau Roig y Pas de la Casa tienen buena cantidad de cintas transportadoras y otros remontes fáciles de manejar, para ayudar a los nuevos esquiadores a pasar menos tiempo rodando por la nieve y más practicando la cuña antes de subir a las amplias pistas azules. Hay hasta un jardín de nieve para niños de entre tres y seis años, para que los más pequeños puedan aprender a manejarse sobre los esquís con seguridad.

Dónde dormir: Los apartamentos Andorra El Tarter son espaciosos y cómodos, pero si lo que buscas es un hotel con todos los servicios y comodidades, Grau Roig es una apuesta segura. Es de lo mejor que se puede encontrar en la zona, con sus baños de hidromasaje, piscina, sauna y sus cuatro restaurantes, uno de los cuales es el Teatro del Vino, un espacio pensado para homenajear el vino andorrano, aunque en sus menús con maridaje se destacan vinos y champán de las mejores Denominaciones de Origen nacionales e internacionales.

Méribel, Francia

El coronel escocés Peter Lindsay, allá por la década de 1930, fue quien estableció esta estación de esquí en Méribel en un intento por apartarse de las pistas austríacas, cada vez más frecuentadas por nazis. Conoció este precioso rincón del valle de Tarentaise en una de sus búsquedas de zonas con buena nieve, mientras esquiaba fuera de pista. Esta estación de esquí, una de las mejores de Francia, ha crecido exponencialmente desde sus inicios antes de la guerra. Ahora forma parte de Les Trois Vallées, que seguramente sea la zona de esquí interconectada más grande del mundo.

También es uno de los mejores lugares en los que buscar pistas para principiantes, ya que solo en Méribel hay ocho verdes y treinta y seis azules. Lindsay no reconocería esta estación de esquí ahora mismo si viviera para verla pero, de alguna forma, sigue siendo parte de su esencia. Cuando murió, en 1971, sus cenizas se esparcieron por estas mismas montañas.

Dónde dormir: Si vienes con niños, te interesa reservar habitación en Le Kaïla. El club infantil tiene temática de Lego y les encantará, y los adultos pueden aprovechar para desconectar en la piscina o el spa, o mantener la rutina deportiva en un gimnasio pequeño pero práctico.

Para grupos grandes, pocos lugares hay tan estéticos como Chalet Lightbowne, un refugio alpino moderno, precioso y perfecto para una escapada en el que hay espacio para hasta doce personas.

Pamporovo, Bulgaria

En comparación con las estaciones de esquí de los Alpes, podría parecer que las de Europa del este no tienen mucho que ofrecer: las instalaciones no alcanzan el nivel de las francesas, y suelen estar a menor altura y ofrecer muchas menos pistas. Pero sí que tienen una ventaja considerable con respecto a sus rivales, y es el precio, muchísimo más asequible que en las estaciones de esquí más conocidas. Si acabas de aprender a esquiar y solo te vas a quedar unos pocos días, encontrarás más que suficiente para salir de tu zona de confort sin necesidad de buscar alojamiento en estaciones de esquí más caras y sofisticadas. 

Pamporovo, en Bulgaria, es el ejemplo perfecto. Aunque su pista más alta empieza por debajo de los 2.000 metros, la abundancia de escuelas de esquí que hay disponibles hace de esta estación el paraíso de lOS principiantes. Tiene varias pistas azules y verdes, y también zonas y actividades para lo más pequeños. Aunque su escuela de esquí es a partir de los siete años, hay un centro de actividades para niños entre los cuatro y los seis años en el que podrán disfrutar de actividades en el interior y el exterior para aprender lo básico del deporte. Aquí se encuentra también la guardería, que abre hasta las cuatro y media y ofrece actividades de medio día o día completo con comida incluida, a cargo de pedagogos certificados y monitores de esquí titulados.

Dónde dormir: El Hotel Orlovetz, con 98 habitaciones dobles, se encuentra en mitad de la estación y cerca de las pistas. Algunas de las habitaciones están conectadas entre sí, por lo que son perfectas para familias, y también hay apartamentos de mayor tamaño disponibles.

Si a lo que has venido es a esquiar y te encanta terminar el día con una relajante sesión de spa, Perelik Hotel es lo que buscas. Tiene piscina y su spa cuenta con todos los tratamientos que te puedas imaginar.

Sass-Fee, Suiza

Entre trece impresionantes cumbres, todas ellas por encima de los 4,000 metros, se encuentra esta estación de esquí a la que se apoda, y con motivo “la perla de los Alpes”. Un centro sin coches y sus chalés clásicos de madera te harán sentir que has viajado a un tiempo pasado más tranquilo y apacible. Las instalaciones para principiantes son una maravilla, con ochenta kilómetros de pistas fáciles y cuarenta y cinco de intermedias. Por si fuera poco, el restaurante Allalin, a 3,500 metros sobre el nivel del mar es el restaurante giratorio más alto del mundo, una visita que sin duda merece la pena.

Dónde dormir: Si te encanta la estética alpina chic, el Walliserhof Grand-Hotel and Spa tiene un estilo muy propio de los chalés de montaña, además de tres excelentes restaurantes centrados en la sostenibilidad y la filosofía slow food.

También puedes optar por The Capra, un hotel boutique centrado en el bienestar y la salud que cuenta con un spa increíble.

La Plagne, Francia

Esta estación de esquí tiene tan en cuenta a los principiantes que han ideado una experiencia para personas que aprenden desde cero. Cool Ski, iniciativa de la propia La Plagne, tiene su propio forfait, que cuesta 33€ al día, y señales rosas que indican dónde empiezan y acaban las zonas seguras para ganar confianza sobre los esquís antes de aventurarse con niveles más altos. Las cinco zonas aptas para principiantes que hay repartidas por toda la estación ayudan a todo el mundo a superar el miedo tan habitual al principio. Quien lo desee, puede ponerse también un peto rosa para avisar de que aún está aprendiendo.

Pero también hay para principiantes con un poco más de experiencia: sus ocho pistas verdes y setenta y cinco azules permiten cruzar toda la zona de esquí sin necesidad de tocar una sola pista por encima de este nivel.

Dónde dormir: Chalet Rose Blanc, un chalé tradicional saboyano, tiene acceso directo a las pistas de La Plagne Soleil y espacio para diez personas. Si vas a quedarte una semana o más, las nueve suites tipo apartamento del recién renovado Turquoise Chalet Hotel, con espacio para ocho personas y sin servicios incluidos, son perfectas. Las reservas solo se pueden hacer de sábado a sábado así que empieza a ponerte de acuerdo para las fechas cuanto antes.

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