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Destino

Las 7 joyas para visitar en la Toscana que son Patrimonio de la Humanidad

¿Sabías que la región italiana cuenta con una gran concentración de lugares de patrimonio de la humanidad de la UNESCO? En esta pequeña lista podrás encontrar pueblos medievales e imponentes obras del arte y de la arquitectura.

¿Quién no se ha enamorado de la Toscana alguna vez? Quizá tenga algo de culpa el cine en todo esto, pero lo cierto es que la Toscana es una región repleta de rincones encantadores, pueblos pintorescos y paisajes impresionantes. Con una gran concentración de lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, esta área es conocida por su rica herencia cultural y su legado renacentista, ofreciendo una experiencia única para los amantes del arte, la historia y la arquitectura. He aquí la prueba de ello, en esta lista de lugares a los que siempre volveremos.

Siena y su centro histórico

Siena, una de las ciudades italianas más famosas y parada obligatoria en todo recorrido por la Toscana, revela su carácter medieval a través de sus milenarias e imponentes construcciones, plazas y museos. Su centro histórico se ha mantenido intacto durante siglos y ha sido nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su riqueza arquitectónica única e original.

El recorrido por esta ciudad comienza en la emblemática Piazza del Campo, el icono de la ciudad, conocida por su diseño en forma de concha y los edificios históricos que la rodean, como el Palacio Comunal, la Fuente Gaia y la Torre del Mangia. Esta plaza también es famosa por el Palio, una emocionante carrera de caballos de origen medieval que se celebra dos veces al año, el 2 de julio y el 16 de agosto.

La visita al Duomo de Siena es otro de los indispensables. La catedral más grande de la
Toscana destaca por su diseño románico-gótico y sus suelos de mármol renacentistas.
Siena también alberga el Museo Cívico de Siena, que sorprende con su amplia colección
de arte profano del siglo XIV, incluyendo frescos y esculturas. Al atardecer, la Loggia de
los Nueve ofrece una vista panorámica a la ciudad.

La Val D’Orcia: en tierra de viñedos

El paisaje de la Val d’Orcia se ha convertido en el símbolo de la Toscana por la belleza de
sus colinas salpicadas de cipreses e hileras de viñedos. Patrimonio de la UNESCO
desde 2004, esta zona rural de la provincia de Siena, ha conseguido preservar sus paisajes
a lo largo de los siglos y convertirse en la fotografía perfecta para los visitantes. Los
colores del valle cambian según la estación y son un verdadero espectáculo en cualquier
época del año.

Sin duda, nos encanta por sus pueblos: Montalcino conserva su carácter histórico, con calles empedradas y edificios antiguos que narran historias de un rico pasado. Su imponente fortaleza, construida en el siglo XIV, es un testimonio de la arquitectura militar de la época. Los visitantes que se acerquen pueden explorar iglesias históricas como la Catedral de San Salvatore y el Santuario de la Madonna del Soccorso, que acogen valiosas obras de arte.

Como decíamos, también es una importante región vinícola. El Brunello di Montalcino, uno de
los vinos más prestigiosos de Italia, se produce exclusivamente aquí. Elaborado a partir de uvas Sangiovese, este vino tinto se caracteriza por su profundidad y complejidad, envejecido durante un mínimo de cinco años antes de ser comercializado. Se puede disfrutar de visitas guiadas y degustaciones en las numerosas bodegas de la zona, donde descubrir los de su producción y la pasión de los viticultores locales.

Pienza, ciudad del Renacimiento

Enclavada en el corazón de la Val d’Orcia, Pienza es la ciudad renacentista de la Toscana. Fue construida a instancias del Papa Pío II, quien decidió emprender un ambicioso proyecto en su ciudad natal en 1459. Diseñada según los dictados estilísticos de Leon Battista Alberti por su discípulo Bernardo Rossellino, Pienza cobró vida en solo cuatro años, siendo aún hoy uno de los pocos ejemplos de ciudad renacentista realizados en la historia. En la actualidad, su centro histórico está declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, destacando como un modelo ejemplar de un proyecto renacentista de ciudad ideal.

Uno de sus tesoros es el Palacio Piccolomini, una obra maestra de Rossellino. En su interior se encuentran importantes muebles antiguos, obras de arte, una valiosa biblioteca con numerosas reliquias especiales. Desde el jardín de la azotea que lo rodea se puede admirar el paisaje impresionante de la Val d’Orcia.

San Gimignano, pueblo medieval

La pequeña localidad de San Gimignano, con sus murallas que la protegen y las torres que dominan el horizonte, está ubicada a 30km de Siena, y es conocida como la “ciudad de las torres” o la “Manhattan de la Edad Media” porque refleja el poderío de las ricas familias de mercaderes que la habitaban en el medievo. En su apogeo, San Gimignano contaba con hasta 72 torres, de las cuales hoy permanecen en pie 15.

El centro histórico de San Gimignano, reconocido Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un encantador laberinto de calles adoquinadas, plazas y edificios históricos. Destacan, la Piazza del Duomo y la Piazza della Cisterna que forman el núcleo de la ciudad y están rodeadas de palacios, iglesias y torres. La Colegiata de Santa María Assunta y la Iglesia de San Agustín albergan magníficos frescos que son testimonio del arte religioso medieval.

Para los amantes de la gastronomía, San Gimignano es un verdadero paraíso. Famosa por
su vino blanco Vernaccia di San Gimignano, el primero en obtener la denominación de origen controlada (DOC) en Italia, la localidad ofrece una experiencia culinaria inigualable.

Florencia, la cuna del Renacimiento

Conocida como la cuna del Renacimiento, Florencia es un destino que inspira a artistas,
historiadores y viajeros de todo el mundo. La capital de la Toscana es un museo al aire
libre que fascina con su arquitectura y arte.

El centro histórico de Florencia fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982, destacando sus monumentos históricos y su legado arquitectónico. Entre ellos, la Catedral de Santa María del Fiore (El Duomo), que con su majestuosa cúpula diseñada por Filippo Brunelleschi, es una obra maestra de la ingeniería y la arquitectura renacentista. La catedral, junto con el Campanile de Giotto y el Baptisterio de San Juan, forma parte de un conjunto arquitectónico excepcional que atrae a millones de visitantes cada año.

Pisa y la Piazza dei Miracoli

La Piazza del Duomo de Pisa o la Piazza dei Miracoli (plaza de los milagros) es uno de los tesoros más destacados del patrimonio cultural y arquitectónico de Italia. Este enclave, reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1987, alberga algunos de los monumentos más emblemáticos del mundo, como la famosa Torre inclinada de Pisa, que comenzó a inclinarse durante su construcción en el siglo XII debido al suelo arenoso sobre el que está edificada. Los esfuerzos de estabilización recientes han permitido que continúe desafiando la gravedad y asombrando a visitantes de todas partes.

La Piazza dei Miracoli también incluye la catedral, el baptisterio y el camposanto, cada uno un ejemplo magnífico del arte románico pisano.

Los jardines Médici

Las villas Médici son una colección de fincas rurales y jardines ubicados en la región de la Toscana. Fueron construidas por la familia Médici entre los siglos XV y XVII y se consideran un ejemplo destacado del arte y la arquitectura renacentista. Estas villas no solo sirvieron como residencias de verano y lugares de retiro para la familia Médici, sino también como centros de producción agrícola y espacios para la experimentación científica y botánica.

En 2013, la UNESCO reconoció 12 villas y dos jardines distribuidos por toda la Toscana, como Patrimonio de la Humanidad. Estos lugares son testimonio del poder y el gusto de los Médici, mecenas de las artes y la cultura durante el Renacimiento.

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