The Chemists Club hotel es la nueva localización de moda en Manhattan. Su diseño de interior nos habla del pasado del edificio que lo acoge, al tiempo que nos muestra el mejor lujo contemporáneo.
Viajar a Nueva York es siempre una experiencia para los que amamos el diseño y la arquitectura. Y si además nos alojamos en un hotel con una puesta en escena que nos inspira y nos apasiona, la aventura se multiplica. Este nuevo hotel boutique, The Chemists Club hotel, de cuatro estrellas, está ubicado en 52 East 41st Street de la ciudad, a pocos pasos de Broadway.
The Chemists Club hotel está dentro de un edificio de estilo Beaux-Arts que albergó al conocido Club de Químicos de Nueva York, una histórica institución fundada en 1898 y que hoy sigue vigente. El estudio Ilmio Design nos relata, a través de la renovación del diseño de plantas y el interiorismo, historias acerca de pioneros científicos de otras épocas en la ciudad. Guiños a un pasado clásico, que vemos reflejado a través de elementos dorados, paredes ornamentales, telas espesas y juegos geométricos –nos evocan en cierto modo el diseño y estilo art déco repartido por toda la ciudad– se alían con el diseño y el lujo más contemporáneo.
El hotel cuenta con 107 habitaciones y suites de estilo exquisito, entre las que destaca la distintiva Suite Alchemy, que invita a la reflexión caracterizada por ser la única habitación de estilo neogótico del edificio, y la lujosa Suite Penthouse, situada en la planta 12 ,que antiguamente albergaba una espectacular biblioteca del club contando con más de 36.000 volúmenes y que ofrece impresionantes vistas de Manhattan. Los objetos y el arte que adornan los espacios de Ilmio Design son testigos silenciosos de historias inspiradoras. La cálida acogida y el amor por el detalle crean una atmósfera única, donde cada visita se ve envuelta en un afecto sincero y un profundo viaje por la historia de New York. «El Chemists’ Club Hotel no es solo un lugar para descansar; es una inmersión en la historia, un encuentro con la elegancia, una celebración del ingenio humano y una experiencia inolvidable en el vibrante crisol de Nueva York», nos explican los autores de este hotel que, además, alberga un restaurante diseñado también por ellos, el Benjamin Steakhouse. Allí, podrás saborear la gastronomía más multicultural y tomar alguno de los mejores cócteles de Nueva York.
