Una aventura salvaje, un periplo urbanita y romático, un paraíso junto al mar… Recomendamos los destinos favoritos para la luna de miel perfecta.
La luna de miel es la celebración del amor más íntimo. El primer bocado a la vida en matrimonio, un momento para dedicaros a vuestra relación por completo. Y, por qué no decirlo, descansar de la ardua tarea de organizar el enlace.
El mundo está repleto de rincones idílicos para visitar, lo que puede resultar abrumador para una decisión tan trascendental como la luna de miel, unos días que se recordarán toda la vida. Repasamos las virtudes de los destinos preferidos de los enamorados donde disfrutar de este viaje único.
Un safari por Kenia
Los aventureros se decantan por un safari en África. Kenia brinda la oportunidad de fundirte con la naturaleza, admirar a los animales salvajes en su hábitat natural y unos cielos bañados por unas puestas de sol inigualables. Además, las playas son el complemento perfecto tras la expedición a la sabana.
Recorrer las Highlands escocesas
Las tierras altas de Escocia son una experiencia que marca de por vida. Los páramos, montañas, lagos y castillos son a cada cual más espectacular. Un recorrido en coche por los pueblos más pintorescos y sus paisajes sacados de un cuento es el trayecto perfecto si os atrae el romanticismo y misticismo que envuelve las Highlands.
París, la ciudad del amor
Puede que sea un tópico, pero lo es por razones de peso. París es el destino de los enamorados más coquetos. Se puede recorrer Montmartre, admirar el Palacio de Versalles y la catedral de Notre Dame (y sus obras de restauración), disfrutar de un picnic bajo la Torre Eiffel o perderse por el Museo del Louvre… Oui, mon amour!
Dejarse conquistar por Bali
Bali es un paraíso en Indonesia. Un destino exótico que ofrece el equilibrio perfecto entre la aventura y el relax absoluto. Playas de ensueño y templos a cada cual más espectacular.
Saborear la costa amalfitana
Un destino que ha ganado mucha popularidad en los últimos años. Esta costa italiana es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con unos acantilados de película, unos hoteles encantadores y una gastronomía exquisita.