Una de las mejores maneras de conocer el país más feliz del mundo es a través de una costumbre que forma parte de su corazón y de su alma: la sauna. Nadie duda de sus beneficios para la salud.
De hecho, la ONU la incluyó en 2020 en lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que celebra prácticas y conocimientos únicos que contribuyen a la calidad de vida de los seres humanos.
Se pudiese pensar que la sauna es un aliciente en las épocas de frío extremo y que su uso está destinado, exclusivamente, a dar calor al cuerpo. Pero nada más lejos de la realidad. Un buen baño de vapor es vital para los finlandeses en cualquier época del año, incluso, en pleno verano con el sol de medianoche asomándose en las casas. Es una terapia que va más allá de elevar la temperatura corporal.
Es fuente de bienestar, energía y, en muchos casos, de socialización y unión entre los seres queridos. Muchas familias ven el momento de la sauna como la excusa perfecta para compartir y pasar tiempo juntos.
‘La sauna es una parte integral de nuestro estilo de vida. Es la forma en que nos reencontramos y nos relajamos, y que nos permite mantener la conexión con naturaleza ya que, por ejemplo, nos gusta darnos un refrescante chapuzón en el lago o en el mar después de un baño de vapor’, explica Terhi Ruutu, terapeuta de sauna y experta en el baño de vapor finlandés.
‘Disfrutar de una sauna es fácil y accesible para todos, y esta práctica nos ayuda a mantener el equilibrio vital que es una de las claves de la felicidad finlandesa’, añade.
‘Sauna’ es una de las pocas palabras en finlandés que han entrado en el léxico internacional… y por una buena razón: es una piedra angular de la identidad y el estilo de vida de Finlandia Ruutu, autora de Sauna Therapy: Recipes for Wellbeing (Terapia de sauna: recetas para el bienestar, en castellano), es la fundadora en Helsinki de la comunidad de saunas Terhen, que ofrece ‘una nueva forma de combinar, sauna, cultura, encuentros y conversaciones’.
Eventualmente, organiza eventos en la sauna para abordar diferentes temas, como el bienestar, retiros curativos y alimentación saludable.
Una de las experiencias veraniegas más memorables en el país del sol de medianoche, cuando el sol apenas se pone durante los meses de verano, es disfrutar de una sauna nocturna seguida de un baño en un lago o en el mar bajo la interminable luz mágica.
Si bien es cierto que en países como España la sauna tiene menos atractivo en las épocas más cálidas, Ruutu, desde Finlandia, revela por qué y cómo podemos disfrutar de un buen baño de vapor y beneficiarse de esta fuente de bienestar que tanto el cuerpo necesita, tanto en la primavera como en el verano. Una vez que lo pruebes, querrás repetir.
1. Exfoliación con sal y miel
Un tratamiento de sal y miel estimula la circulación a la vez que exfolia y calma la piel. La sal extrae las toxinas, mientras que la miel cura y restaura la piel.
Consejo: añade a 1 decilitro de miel líquida pura unos 0,5 dl de sal gruesa. Revuelve hasta que la mezcla quede suave. Aplícala en todo el cuerpo y déjalo reposar sobre la piel, al menos, 10 minutos durante el momento sauna. Luego aclara con agua fresca. Resultado: ¡Piel suave, fresca y llena de vitalidad!
2. Baño de agua fría para los pies
Los pies son una de las partes donde más se puede sentir el cansancio. Aligerarlos es una forma de descargar el cuerpo y relajarnos, literalmente, de pies a cabeza.
Consejo: llena un cubo con agua fría para remojar los pies mientras recibes el vapor de la sauna. Es una buena manera de revitalizar los pies cansados o hinchados, y un suave guiño a la calidad del agua, que es importante beber para mantenerse hidratado. Como muchas saunas están construidas a orillas del lago o del mar, un chapuzón después de la sauna siempre termina siendo el final perfecto. Aún si es pleno invierno y el agua está helada.
3. El tradicional batidor de abedul
El abedul es uno de los más fieles acompañantes de los finlandeses en sus encuentros con la naturaleza. Y la sauna no podía ser la excepción. Las ramas del abedul contienen muchas propiedades curativas, además de proveer enormes beneficios para la salud del cuerpo y la piel humana, es por ello que los expertos no dudan en recomendarlo para las rutinas de bienestar.
Consejo: una tradición especial para el solsticio de verano es hacer un batidor de sauna con hojas de abedul para batir suavemente todo el cuerpo y, de esta manera, estimular la circulación, al tiempo que deja una fragancia muy agradable y reconfortante en el ambiente. Si no tienes acceso a los abedules, puedes utilizar agua o té de abedul para recrear la experiencia nórdica.
Toda la información relativa a estas comunidades de sauna aparece en una web específica.