Nos adentramos en un recorrido de altos vuelos: nada menos que por algunos de los mejores lugares del mundo para hacer parapente.
Hoy en día, el parapente está muy extendido por el mundo y es una de las actividades al aire libre que se suele ofrecer como complemento de la oferta turística en lugares montañosos de gran belleza natural.
Estos son algunos de los mejores lugares del mundo para hacer parapente y poder disfrutar de la sensación de ser un ave.
MENDOZA, ARGENTINA
La región de Mendoza, Argentna, se halla pegada a la mítica cordillera de los Andes, frontera natural que divide a Chile y Argentina.
Esta tierra es famosa por sus viñedos y los caldos que estos producen, pero también por los grandes espacios abiertos y los senderos montañosos que llevan a descubrir cerros y picos de extrema belleza. No hay que olvidar que aquí se encuentra el Aconcagua, la montaña más alta fuera de Asia.
Quizás por todo ello, Mendoza sea catalogado como uno de los mejores lugares de América para practicar el parapente. Además, el clima, los vientos y las corrientes térmicas son estables durante todo el año, por lo que se puede volar en cualquier estación.
El Cerro Arco, al que se llega a través de un accidentado camino de tierra, es una de las pistas de despegue habituales. Nos sentiremos como un pájaro y nos emocionaremos al divisar las impresionantes montañas y esas interminables hileras de viñedos que prometen otras experiencias deliciosas en cuanto descendamos.
POKHARA (NEPAL)
Nepal es famoso en el mundo entero por sus espectaculares montañas que se agrupan en la cordillera del Himalaya.
Los amantes de la aventura acuden a este país en busca de retos y paisajes incomparables, pero también hay algunos que quieren contemplarlos desde el aire.
La ciudad de Pokhara es uno de los puntos más turísticos de Nepal, y suele servir de base para aquellos montañeros y senderistas que quieren acercarse al macizo Annapurna, en el que se halla el pico Annapurna I, de 8.091 msnm y uno de los más complicados de escalar.
En los alrededores de Pokhara se halla la colina Sarangkot, justo al norte del lago Phewa. Este es uno de los mejores lugares del mundo para hacer parapente debido a las corrientes térmicas estables y las increíbles vistas.
Por un lado, se puede contemplar la poderosa cordillera Annapurna, y por el otro está el lago Phewa y las verdes tierras de cultivo salpicadas de pequeñas aldeas.
Pokhara es más cálido que Katmandú, por lo se puede practicar el parapente incluso durante el invierno, cuando los cielos, además, están más despejados. Sin embargo, no se puede realizar entre junio y septiembre, debido a las lluvias monzónicas.
ÖLÜDENIZ, TURQUÍA
La turística ciudad de Ölüdeniz reposa en el punto en el que se encuentran el Egeo y el Mediterráneo.
El lugar está rodeado de unas espectaculares aguas de distintas tonalidades turquesas –entre las que destaca la Laguna Azul–, arenas blancas y montañas de laderas tapizadas de pinos y encinas.
Para contemplar esta auténtica maravilla desde el aire, los amantes del parapente despegan desde las rocas del Monte Babadag, situado a poco menos de 2.000 metros sobre el mar. En el vuelo también se llega a divisar el perfil de los bellos montes Tauro.
Las cálidas corrientes térmicas permiten estar en el aire durante mucho tiempo, por lo que los vuelos comerciales no suelen durar menos de 45 minutos.
Además, aterrizan directamente en la arena de la playa. Un baño en ese mar, tras volar como un pájaro, es casi lo máximo que se le puede pedir a la vida.
QUEENSTOWN, NUEVA ZELANDA
Es imposible dejar fuera de este listado de los mejores lugares del mundo para hacer parapente a la capital mundial de los deportes de riesgo y aventura.
Queenstown, ciudad situada en la isla sur de Nueva Zelanda, es un lugar en el que se reúnen adictos a la adrenalina de medio mundo. Aquí se puede practicar casi cualquier deporte o actividad cuyo nombre inglés acabe en “-ing”. Rafting, canyoning, bungee jumping, jet boating, etc. Hay para todos los gustos.
Y, por supuesto, también se puede volar.
Rodeada por algunas de las montañas de los Alpes del Sur, a un lado del lago Wakatipu, la geografía de Queenstown permite unas vistas fabulosas desde el aire, y las corrientes térmicas y los vientos que vienen de las montañas hacen que a veces sea posible volar durante mucho tiempo.
De hecho, el campeón de parapente de Nueva Zelanda, Louis Tapper, estableció un récord a principios de 2020 con un vuelo de ocho horas. Además, en Queenstown se puede volar durante todo el año.
GUDAURI, GEORGIA
Las hermosas montañas del Cáucaso y las condiciones climáticas estables, convierten a Gudauri, en Georgia, en uno de los mejores destinos para practicar parapente en esta parte del mundo.
Despegando desde una altitud de alrededor de casi 3.000 metros, el vuelo llega a superar esa barrera, permitiendo unas inolvidables vistas de los imponentes picos caucásicos.
Aquí se puede hacer parapente durante todo el año, aunque el invierno provoca unas temperaturas tan gélidas que muchos prefieren practicar el esquí.
TENERIFE, ESPAÑA
Cerca del pico del Teide, en el puerto de Izaña, en Tenerife, existe la pista de despegue con más desnivel de Europa. Se encuentra a unos 2.250 metros sobre el mar y desde ella arranca un vuelo que permite divisar el pico más alto de España, a la izquierda, y el valle de Güímar –con sus plantaciones de pinos, plátanos, patatas y mangos– bajo los pies, mientras que el pequeño cráter del volcán Cho Marcial aparece a la derecha y las oscuras aguas del océano Atlántico al frente.
El aterrizaje tiene lugar a nivel del mar, en la playa de Puertito de Güímar. El vuelo también se puede realizar hacia el otro lado, para sobrevolar el valle de La Orotava.
Gracias al benigno clima de Tenerife, se puede volar en parapente durante todo el año.
LA RUTA DE LOS JARDINES (GARDEN ROUTE), SUDÁFRICA
Seguir la Garden Route es uno de los viajes por carretera más populares en Sudáfrica, tanto para para la gente local como para los extranjeros.
Es un gran lugar para unas vacaciones de aventura, una escapada romántica o, incluso, unas vacaciones en familia.
Entre las muchas actividades al aire libre que se pueden realizar aquí, destaca el parapente, que se suele practicar en el pueblo costero de Wilderness.
Allí existen varias escuelas y clubes de parapente. El pueblo está ubicado en la playa, entre el mar y las montañas, y ofrece excelentes lugares para volar en parapente, tanto para principiantes como para gente con cierto nivel.
El paisaje que se puede admirar desde el cielo incluye exuberantes colinas verdes, playas de arena blanca y un hipnótico mar azul.
Y es que la vida puede, y debe, ser maravillosa, tanto en el cielo como en la tierra.