Es un hospedaje de lujo que está ubicado en una pequeña localidad de Alemania, dentro de una diminuta vivienda que fue construida hace 295 años.
A la hora de planificar un viaje, elegir un hospedaje que cumpla con las expectativas es un paso muy importante. Y, si bien muchas personas tienden a reservar en grandes alojamientos, también hay turistas que sueñan con hospedarse en Eh’Häusl: el hotel más pequeño del mundo.
El establecimiento, que se convirtió en un hotel de lujo en 1977, se ubica en Amberg: una localidad al sur de Alemania que tiene, al menos, 1.000 años de historia y es el hogar de 45,000 personas.
Entonces, quienes deseen conocerlo y hospedarse en su única habitación, no solo tendrán que trasladarse hasta el pequeño poblado, sino intentar reservar con mucho tiempo de anticipación.
¿Por qué Eh’Häusl es el hotel más pequeño del mundo?
A pesar de que la variedad en los tipos de hoteles es muy grande, solo Eh’Häusl se mantiene como el “más pequeño del mundo” según el Libro de los Récords Guinness.
Este hospedaje solo tiene 2,5 metros de ancho y cubre un espacio de 53 metros cuadrados, dividido en dos plantas. Por lo tanto, solo puede recibir a dos huéspedes al mismo tiempo.
De todas formas, gracias a la altura de sus techos y los colores de las habitaciones, muchas personas que se han alojado en Eh’Häusl coinciden en que el interior del hotel brinda una sensación de amplitud.
¿Cuáles son las características de Eh’Häusl?
El hotel más pequeño del mundo fue diseñado en el interior de una casa construida en 1728. Por lo tanto, no solo es un hospedaje famoso por sus dimensiones, sino también por tener 295 años de historia.
Según los registros más antiguos, el sitio en donde funciona Eh’Häusl desde 1977, era una antigua “Casa de Matrimonio” que una pareja del siglo XVIII compró para poder casarse y, tras conseguirlo, la vendieron al poco tiempo.
Sucede que, en aquella época, había una ley que indicaba que todas las personas que deseaban contraer matrimonio, tenían que tener una casa para realizar la ceremonia. Es por eso que, con el paso del tiempo, las construcciones de este tipo fueron encasilladas bajo el mismo nombre.
Ahora bien. No hay dudas de que su historia es llamativa, pero, como era de esperar, el hotel más pequeño del mundo también tiene otras características especiales como, por ejemplo:
- Brinda un alojamiento de lujo, que incluye desayuno y estacionamiento.
- Dispone de una habitación doble, equipada con una chimenea de gas, un baño completo, un salón-comedor y hasta una bañera de hidromasaje.
- No tiene conserje. Es decir, los huéspedes se quedan con la llave del establecimiento y la devuelven al finalizar su estancia.
- Tiene una gran demanda, por lo tanto, quienes deseen reservar tienen que anotarse en una lista de espera.
¿Cómo se puede visitar el hotel más pequeño del mundo?
El procedimiento para visitar el hotel más pequeño del mundo es similar al que se pone en marcha para reservar en cualquier otro alojamiento. Solo que, en este caso, es necesario comprender que solo hay una habitación disponible, muy demandada por los turistas.
Pero, hay quienes solo desean viajar hasta este pueblo alemán para conocer su fachada, que impacta por la anchura. Entonces, en este caso no será necesario reservar o pagar por la visita, ya que es un simple edificio del paisaje.
Finalmente, es importante aclarar que la ciudad más cercana al hotel es Núremberg. Esta se ubica a 70 kilómetros de distancia y tiene a disposición numerosas rutas y autopistas que la conectan con Amberg.