Echa un vistazo a algunos de los chateaux más impresionantes del país vecino convertidos en hoteles de lujo. Localizados en diferentes regiones, rodeados de viñedos, bosques o extensiones de cultivo, te harán vivir una experiencia increíble con saltos en el tiempo.
Los castillos convertidos en hotel son hoy un atractivo para muchos viajeros sibaritas que sueñan con una experiencia única. Y es que estos alojamientos te aseguran unos días donde podrás trasladarte a otros tiempos y vivir momentos de película. Si estás pensando en una escapada romántica de fin de semana, viviendo a cuerpo de rey –nunca mejor dicho– y rodeado de un paisaje con sello francés – extensiones de viñedos, campos de cultivo, praderas de lavanda–, entonces deberías pensar en esta opción.
Si bien es cierto que muchos de los edificios franceses de esta categoría son espacios públicos que pueden visitarse como museo, por sus diferentes regiones existe una gran cantidad de castillos transformados en casas particulares y otros tantos con dueños que han decidido transformarlos en hoteles muy especiales. Estos castillos convertidos en alojamientos muestran unas fachadas de cine, con sus torres, almenas y miradores, pero también unos interiores en los que se ha procurado mantener su esencia a través de muebles franceses de época y telas románticas de flores o toile de jouy.
En nuestra lista castillos convertidos en alojamientos os proponemos algunos de los hoteles más bonitos del mundo, como puede ser el Château de la Treyne, un edificio del s.XIV ubicado entre la comarca del Lot y la Dordoña, que alberga más de mil castillos. Todos ellos proponen una estética diferenciada, con extra de encanto y de historia, donde se han sumado una serie de servicios de lujo propios del s.XXI, como piscinas, spa, tecnología punta y una atención personalizada. Entre todos ellos, encontrarás alguno perteneciente a la prestigiosa marca Relais & Châteux, que exige a todos sus hoteles requisitos como una localización exclusiva, un edificio con historia y, por supuesto una gastronomía de alta cocina. Tú eliges dónde quiere ser el rey o la reina del momento.
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1- Grand Barrail Chateau
Este edificio del siglo XIX junto al río Dordoña, a 3 km del encantador pueblo de Saint-Emilion, tiene una piscina al aire libre, centro de spa con una sauna y un hamman y habitaciones insonorizadas. Te recomendamos probar su restaurante porque cuenta con una cocina regional innovadora y muy especial que toma referencias de otras épocas. Sus jardines y fachadas te harán viajar en el tiempo.
2- Château De La Treyne
Cuando llegas a los jardines de este maravilloso hotel, y ves ante ti este castillo que data del s.XIV, ya descubres que vivirás una experiencia 10. Ubicado en la comarca de la Dordoña, este castillo convertido en hotel está rodeado de bosques de robles –donde hay trufas– y muchas de sus ventanas se vuelcan al río.
Nuestra recomendación es que reserves en la suite del torreón: es posible que un mayordomo te acompañe con una antorcha hasta tus aposentos. Su cocina, con sabores de estas tierras como las trufas y el foie gras…, es deliciosa.
3- Château D’isenbourg & Spa
Se localiza en la conocida ruta del vino en la región de Alsacia y, como es de esperar, está rodeado de viñedos, con la llanura del Rin y la Selva Negra en el distancia y el parque natural de los Vosgos. Este castillo convertido en hotel se eleva sobre unos cimientos originales que datan de los siglos XII y XIV. En su interior, te va a encantar su decoración, con muebles de época que se han refrescado con nuevas tapicerías románticas. Su piscina exterior es otro de sus caprichos. Comer en su terraza viendo los viñedos, otra experiencia que no olvidarás.
4 – Domaine De La Tortinière
Y nos vamos al Valle del Loira, donde podrás visitar algunos de los castillos más bonitos del mundo. En su interior, este edificio del s.XIX esconde las habitaciones con una decoración moderna y cálida, con diseños contemporáneos que contrastan con la arquitectura y las molduras de sus paredes. Debes probar su restaurante con sabores puramente franceses y reservar una tarde para relajarte en su preciosa piscina.
5- Château Michel Trama
Este hotel, que se encuentra en la ciudad medieval de Puymirol, entre Burdeos y Toulouse, lleva el nombre de su chef y propietario Michel Trama y forma parte de la marca Relais & Châteaux. El edificio, que data del XIII, tiene una decoración barroca y muy divertida, obra del prestigioso decorador Jacques Garcia. No puedes irte de allí sin probar su cocina, para muchos uno de los restaurantes más bonitos del mundo. Tiene una estrella Michelin muy merecida, con unas puestas en escena para subir a Instagram. Incluye recetas de su abuela reinterpretadas.
6- Château De La Vernede
El Château de la Vernède se encuentra en Saint-Rémy-de-Chargnat, en la región de Auvernia. Fue un antiguo pabellón de caza de la reina Margot, una figura y es de arquitectura neogótica del siglo XIX. De él te van a fascinar sus jardines pero también los interiores, con maravillosos papeles pintados, camas con dosel, espejos y muebles restaurados y baños con tocador. Para vivir una experiencia al más puro estilo de Maria Antonieta.
7- Château De La Flocelliere
Cerca de Nantes, los primeros orígenes de este castillo se remontan al siglo XI y fue una fortaleza de la que aún son testigos la torre y algunas ruinas. A principios del siglo XVII se convirtió en casa señorial. Sus dueños viven allí y atienden a sus clientes de forma personalizada: «Es uno de los pocos castillos de Francia que ha estado habitado continuamente durante casi 1000 años», cuentan cuando llegan sus clientes. Y es que en este lugar tiene muchas historias que descubrir mientras te relajas en su preciosa piscina.
8- Hostellerie Du Château Des Fines Roches
Y nos vamos a la Provenza, a Châteauneuf-du-Pape, para conocer este castillo del siglo XIX, que fue lugar elegido por muchos poetas provenzales para escribir en un entorno idílico. Te va a encantar el diseño de sus habitaciones, confortables, luminosas y muchos más modernas de lo que podrías imaginar; así como el diseño de sus exteriores, con una piscina que enamora. Te recomendamos una cena mirando a los viñedos para probar uno de los mejores vinos de la región.