El 1 Hotel San Francisco demuestra que reducir al máximo la huella de carbono no está reñido con el buen diseño y la gastronomía de calidad.
El 1 Hotel San Francisco es la apertura más reciente de los nueve hoteles que posee esta cadena de lujo «inspirada en la naturaleza», según afirma en su presentación. Desde su lanzamiento en 2015, la marca ha conseguido situarse a la vanguardia de las cadenas hoteleras que tienen la sostenibilidad como eje central.
Toda la estrategia de los 1 Hotels se basa en este concepto, desde los materiales de construcción, la eficiencia energética de los edificios o el diseño de los interiores, hasta la gastronomía y el servicio al cliente. El compromiso ecológico es tal que la compañía se ha propuesto reducir a cero su huella de carbono en 2024.
LO MÁS NUEVO DE EMBARCADERO
En pleno auge turístico, con multitud de conmemoraciones históricas, la ciudad del Golden Gate ha estrenado varios hoteles y, entre ellos, destaca por su compromiso con la sostenibilidad el 1 Hotel San Francisco.
El emplazamiento no podría ser mejor: en el punto en que el Distrito Financiero confluye con el de Embarcadero, el barrio marítimo. El edificio se sitúa en la esquina en que nace Mission Street, una de las avenidas más ajetreadas y estimulantes de la ciudad por su concentración de rascacielos de última generación como el polémico Millenium Tower, el increíble museo de arte moderno MoMA, los jardines y centro cultural Yerbabuena o el parque elevado Salesforce Park.
DE ALMACÉN A HOTEL 5*
Con muros de ladrillo, ventanales amplios, un atrio de entrada y una terraza que da al restaurante, la apariencia exterior del 1 Hotel San Francisco mantiene la estética de almacén industrial que predominaba en la zona hasta hace apenas una década.
El edificio carece de la extravagancia que podría suponérsele a un hotel 5 estrellas. Sin embargo, al franquear la puerta, uno se adentra en un espacio completamente impregnado de la filosofía ecológica de la compañía: eco, healthy, green, mindfullness… todos esos conceptos que el inglés ha elevado a estilo de vida.
LA NATURALEZA COMO INSPIRACIÓN
El vestíbulo, decorado sin estridencias, ya es toda una declaración de intenciones. Las plantas aportan verdor desde esquinas, sobre las mesas o colgadas de estanterías sujetas al techo.
El mobiliario de diseño está realizado con madera reciclada de secuoyas o de muebles viejos. Los asientos están pensados para breves reuniones profesionales, videoconferencias o incluso para teletrabajar aprovechando las conexiones USB y el wifi del hotel desde una larga mesa de madera.
Detrás de esta hay una estantería con jarras llenas de zumos detox y de agua con limón, infusiones de todo tipo, miel de los panales del propio hotel y frutas recogidas en granjas que aprovechan las piezas con mal aspecto pero igual de sabrosas.
QUE ENTRE LA LUZ
En las habitaciones, la filosofía del residuo cero, la eficiencia energética y el uso de materiales naturales se percibe desde el momento en que se abre la puerta. Un gran ventanal se basta por sí solo para iluminar la estancia de una luz que se multiplica en las paredes claras y en los tejidos de la cama y el sofá bajo la ventana.
En la mesita hay una tableta de pizarra para notas y una botella que puede rellenarse con agua filtrada en una fuente del descansillo.
Las vistas son para enmarcar. Se ve el histórico Ferry Building, que este año cumple 125 años, y el Bay Bridge o puente de la Bahía, la larga pasarela que conecta San Francisco con Oakland y que fue inaugurada el mismo año que el Golden Gate, en 1937.
VEGGIE Y KM 0
El restaurante y bar Terrene, en la planta baja y con acceso a una terraza exterior, se ha convertido en un punto de encuentro para los sanfranciscanos y los visitantes de la ciudad. Desde el desayuno y el almuerzo al cóctel de la tarde y la cena, su ambiente informal y su carta de alimentos orgánicos y platos con productos ecológicos y de proximidad han convencido a los foodies más exigentes.
