Nos sentimos como Indiana Jones viajando a los rincones del planeta en los que resuena el eco de civilizaciones pasadas.
Compartimos una nota de Condé Nast Traveler, en la que Machupicchu resalta entre los destinos con historia preferidos por los viajeros.
A la hora de identificar a los amantes de los destinos con historia, hay que tener en cuenta que un verdadero viajero suele formarse en su niñez. Es entonces cuando su imaginación vuela al leer libros, consultar mapas y escuchar relatos de exploradores en las que la fantasía y la verdad se entremezclan dulcemente creando una frontera totalmente desdibujada entre ambas.
Historia y Geografía son dos materias que, al combinarse en las cantidades adecuadas, forman el maná de un gran viajero.
Es cierto que, para entender el mundo en el que habitamos y su futuro, es necesario mirar al pasado. Un pasado que está plagado de civilizaciones poderosas que ascendieron a la cúspide y se desmoronaron por errores, desgaste, revoluciones o, simplemente, porque tenía que suceder.
Sin embargo, no son muchas las que desaparecieron sin dejar rastro. Aún podemos sentir a la mayoría de ellas cuando viajamos a los lugares en los que se arraigaron. Es entonces cuando escuchamos los ecos del pasado, sentimos el olor a batallas y la fuerza de las pasiones desatadas.
Es entonces cuando viajar en el espacio se parece mucho a hacerlo en el tiempo.
Estos son algunos de los mejores lugares que nos provocarán esas emociones. Los mejores destinos del mundo para los amantes de la Historia:
MACHUPICCHU, PERÚ
Las impresionantes montañas andinas guardaron, durante siglos, uno de los secretos monumentales más bellos de nuestro planeta: la ciudadela inca de Machupicchu.
Una de las siete maravillas del mundo moderno, Machupicchu fue construida a mediados del siglo XV por orden del emperador inca Pachacuteq. Realmente, sólo estaría poblada alrededor de un siglo, pues fue abandonada en los primeros años de la colonización española.
El explorador Hiram Bingham descubriría las ruinas de Machupicchu en 1911, al realizar la ascensión al pico Huayna Picchu.
Desde entonces, han sido millones de personas las que han visitado esos más de 200 recintos de piedra rodeados de un entorno natural privilegiado.
Un lugar sagrado que cuenta historias del pasado.
PIRÁMIDES DE GUIZA, EGIPTO
La meseta de Guiza es la meca de los viajeros amantes de la Historia.
En ella se erigen, imponentes y orgullosos, algunos de los monumentos más importantes del Antiguo Egipto.
Situada en la ribera del fascinante y misterioso río Nilo, allí encontraremos la Gran Pirámide de Guiza (construida por orden del faraón Keops), la Gran Esfinge, la pirámide de Jafra (o de Kefrén) o la pirámide de Micerino, levantándose entre numerosos templos, canteras, mastabas y calzadas egipcias.
La civilización egipcia marcó el devenir de los tiempos antiguos y los egiptólogos aún siguen desentrañando sus misterios hoy en día.
ROMA, ITALIA
Y si Egipto fue una gran civilización, mayor poder aún ostentó la antigua Roma.
El epicentro de uno de los imperios más grandes de la Historia es, hoy en día, la capital de Italia.
Pasear por Roma es como hacerlo por un museo al aire libre. El Coliseo, los edificios del Foro Romano, el Panteón o las catacumbas son sólo parte de su esplendor histórico.
Además, la capital transalpina es una ciudad muy viva que ofrece distintas caras en cada viaje. Un destino para los amantes de la Historia, sí, pero también camaleónico como el que más.
LA GRAN MURALLA, CHINA
Cuesta comprender una obra tan vasta como la Gran Muralla China.
Levantada entre el siglo V a. de C. y el XVI, este coloso que cuenta con una longitud de más de 21.000 kilómetros – contando todas sus ramificaciones y construcciones secundarias – es, con mucha diferencia, la obra humana más grande del planeta.
Designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, podemos visitar distintas secciones desde Beijin, como pueden ser las de Badaling, Mutianyu, Juyongguan o Jinshanling.
Lo mejor es perderse por las zonas apenas conocidas. Es ahí cuando cuándo tendremos la oportunidad de pasear sobre unas piedras que tienen miles de historias que contar.
ISLA DE PASCUA, CHILE
En medio de la inmensidad del Océano Pacífico Sur, la Isla de Pascua posee el honor de ser uno de los lugares más remotos del mundo, pero también uno de los más interesantes.
Se encuentra a más de 3,700 kilómetros al oeste del litoral americano y allí, en una superficie de poco más de 163 kilómetros cuadrados, aparecen las esculturas de los moáis, estatuas monolíticas humanoides que suponen una representación de los antepasados de los nativos de la isla.
Más de 900 esculturas milenarias labradas en roca volcánica parecen vigilar los pasos de los hombres.
PETRA, JORDANIA
Imposible no sentirse como Indiana Jones en uno de los escenarios reales que aparece en un film de la trilogía original de esta popular saga cinematográfica, concretamente en ‘Indiana Jones y la última cruzada’ (Steven Spielberg, 1989).
Petra, ubicada en el mágico desierto de Jordania, llegó a ser un importante centro comercial y económico. Por allí pasaban rutas que conectaban los mercados de China, India y territorios de Arabia con Egipto, Grecia y Siria.
En la actualidad, decenas de miles de visitantes se acercan a admirar la esplendorosa belleza arquitectónica, totalmente mimetizada con su entorno natural, del que, sin duda, es uno de los mejores destinos para los amantes de la Historia.
CHICHEN ITZÁ, MÉXICO
Si las pirámides de Egipto son impactantes, no tienen mucho que envidiarles las que levantaron los mayas en Centroamérica.
Entre la densa jungla mexicana se encontraron las ruinas de Chichen Itzá, una ciudad maya que presenta varias enormes estructuras piramidales de carácter religioso.
En su época más gloriosa, Chichen Itzá presentaba decenas de edificaciones monumentales: templos, observatorios, palacios, etc.
Allí no podemos dejar de visitar el Templo de los Guerreros o el de las Mil Columnas, la plataforma de los cráneos, la cancha donde se jugaba a la pelota o la tumba del Gran Sacerdote.
ANGKOR, CAMBOYA
Otro famoso lugar histórico que permaneció oculto durante siglos por la densa selva lo encontramos en Camboya, cerca de la ciudad de Siem Reap. Se trata de Angkor, una región en la que se instalaron las sucesivas capitales del imperio Jemer durante su cénit, el cual tuvo lugar entre los siglos IX y XV.
Redescubierta por un explorador francés en el siglo XIX, parte de los templos, monumentos y otros edificios de la antigua Angkor han sido recuperados de la maleza y las profundidades selváticas.
El más destacado del millar de templos de la ciudad jemer es Angkor Wat, el cual, realmente, nunca llegó a abandonarse, pues monjes budistas lo habitaron y cuidaron durante siglos.
Angkor fue la ciudad más poderosa de la zona durante siglos, pudiéndose observar obras de ingeniería hidráulica muy avanzadas desde el punto de vista tecnológico. En un lugar en el que las lluvias monzónicas eran – y son – inmisericordes, los canales formaban una auténtica maraña que se extendía entre templos, mercados, talleres y palacios.
Las causas del abandono de la ciudad son todavía un misterio.
STONEHENGE, REINO UNIDO
A medio caballo entre lugar histórico y esotérico, Stonehenge lleva siglos siendo uno de los mejores destinos para amantes de la Historia.
Esos monolitos y dólmenes de piedra dispuestos en círculo son un auténtico misterio. El sitio arqueológico se encuentra en la planicie de Salisbury, a unos 125 km de Londres.
Los historiadores han podido averiguar que su construcción comenzó hace unos cinco milenios, para ser abandonada unos mil quinientos años más tarde.
Se habla de romanos, sajones, vikingos, druidas e incluso del mago Merlín cuando se trata de recabar información sobre los creadores de este extraño lugar.
En la actualidad, Stonehenge es pasto de leyendas y no son pocos los que le atribuyen propiedades mágicas e incluso curativas.
ATENAS, GRECIA
Y, por supuesto, no podíamos dejar a Atenas, la cuna de la magnífica civilización griega, fuera de este listado de los mejores destinos del mundo para los amantes de la Historia.
Atenas se halla dominada, desde lo alto de una colina, por la antigua Acrópolis. Esos templos, arcadas y edificios monumentales observan la ciudad moderna con nostalgia, recordando el poderío de la que fuera la urbe más poderosa del mundo conocido.
En Atenas nació la democracia y se avanzó enormemente en un buen número de campos literarios, artísticos y científicos.