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Atracciones

Skylift, el ascensor a los cielos de Nueva York

La nueva atracción del Top of the Rock asciende a 270 metros del asfalto de Manhattan y ofrece una de las mejores vistas de la Gran Manzana.

Skylift, en Nueva York, no es un mirador cualquiera, es una plataforma giratoria con vistas panorámicas de la ciudad.

En los últimos meses, el observatorio en la cima del Rockefeller Center ha completado una serie de renovaciones que han incorporado nuevas formas de disfrutar del skyline de Nueva York. La más reciente es The Beam, la atracción que permite a los visitantes recrear la mítica foto, tomada en 1932, de los trabajadores sentados en una viga durante una pausa en la construcción del rascacielos. Las vistas desde la planta 69 son, sin duda, impresionantes, pero solo un piso más arriba le ha salido competencia.

Skylift es el nuevo observatorio dentro del observatorio y se encuentra en lo más alto del Top of the Rock. Se trata de un elevador que sube casi 10 metros del suelo del último piso del edificio. Su forma recuerda al telescopio plegable que utilizaban los piratas, aunque también se describe como una tarta de cuatro niveles. Este pirulí está coronado por una plataforma giratoria de más de tres metros de diámetro y con capacidad para 14 personas. La estructura tarda casi cuatro minutos en ascender lentamente hasta su cima, detenerse brevemente y volver a bajar.

Esos 10 metros de más que, sumados a la altura del observatorio, elevan las experiencias a un total de 270 metros, no suenan a mucho, pero la sensación de aislamiento es total. La plataforma está al aire libre protegida, solamente, por unas paredes de cristal que llegan al hombro.

Las vistas son verdaderamente de 360 grados. Además, el efecto giratorio del elevador nos ofrece toda la perspectiva sin tener que movernos de nuestro sitio. En esos segundos de suspensión podemos absorber el poder hipnótico del skyline de Nueva York y, a diferencia de The Beam, los móviles aquí sí están permitidos así que podrás llevarte ese recuerdo para siempre.

El diseño de la estructura de acero y cristal, obra del arquitecto Richard J. DeMarco y el estudio THG Creative, está pensado para encajar en la preciosa estética art decó del Rockefeller Center, inaugurado el 1933.

Los lados de los cuatro niveles de la columna están cubiertos por 96 paneles de pantallas LED que ofrecen un espectáculo de luz durante el ascenso. Estas luces pueden modificarse con los colores de determinadas celebraciones o fiestas, como también hacen el Empire State Building y otros rascacielos de la ciudad.

La modernización de la experiencia del Rockefeller Center, que incluye una puesta al día de los restaurantes y tiendas en los bajos del edificio, está pensada para dar más atractivos a uno de los edificios más icónicos de Nueva York. En los últimos años, hemos vivido una auténtica carrera para la conquista de los cielos de la ciudad.

Además de los nuevos observatorios Summit i Edge, la oferta de rooftops donde tomar un cóctel antes las mejores vistas no hace más que crecer. Sin ir más lejos, este inverno está previsto que reabra el bar giratorio en lo alto del hotel Marriott Marquis, en Times Square, que, durante años, ha sido una auténtica atracción para muchos turistas.

La entrada a Skylift (Nueva York) cuesta USD 35 y, como es el caso también de The Beam, puede comprarse como un extra a la entrada principal del Top of the Rock.

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