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Hotelería

Espectacular renacer de este hotel en Polonia: diseño con guiños a la historia local

El Hotel Puro abrió sus puertas en 2014 en la ciudad de Poznan. Una década después, ha sido sometido a una transformación que combina la historia local con el diseño contemporáneo

Poznan es considerada como la cuna de la nación polaca y una de las capitales históricas del país, debido a que fue la residencia de los monarcas polacos. Se encuentra entre Varsovia y Berlín, por lo que es lugar de encuentro y de intercambio en rutas comerciales. Su legado patrimonial es innegable, sobre todo en el centro, que fue declarado conjunto histórico en 2008.

Pero no solo eso, también cuenta con una gran tradición artesanal, industrial, académica y ferial. Toda esta amalgama de peculiaridades ha dado lugar a una ciudad turística con identidad propia, que se manifiesta en edificios antiguos y modernos. El Hotel Puro es un ejemplo perfecto para definir el patrimonio artesanal e industrial de Poznan.

Una mirada a la historia 

El Hotel Puro abrió sus puertas en 2014. Una década después, el estudio de diseño Holloway Li ha llevado a cabo una transformación excepcional combinando la historia y artesanía de la ciudad con el diseño contemporáneo. Tal como explican en el estudio “nos inspiramos en el patrimonio artesanal de Poznan, desde las formas aerodinámicas y los lujosos interiores de los vagones de los trenes de principios del siglo XX producidos en las fábricas locales hasta la cristalería experimental de los años 70”.

La renovación abarcó tanto la planta baja como las habitaciones, creando espacios que evocan una «estratificación de la historia». La recepción destaca por su mostrador curvado de azulejos esmaltados en rojo quemado, elevado sobre zócalos de piedra caliza esculpida. Ante él, una alfombra tejida a mano, inspirada en la cercana Old Market Square, refuerza la conexión con la identidad local, mientras que la lámpara colgante moderna aporta un toque contemporáneo.

Uno de los elementos más distintivos del rediseño es la pared divisoria del salón, que presenta un gran recorte circular de latón, un guiño a los trenes de alta velocidad producidos en Poznan en el siglo XX. Este espacio está amueblado con una mezcla de diseños personalizados como los sillones T4 de Holloway Li en colaboración con Uma, sofás de la empresa sueca Fogia y una mesa de trabajo con incrustaciones de madera de raíz.

Artesanía y diseño

La colaboración con artistas y artesanos locales fue clave para el proyecto. «La selección de las obras de arte fue el resultado de una estrecha colaboración con la directora artística de Puro, Gosia Jankowska, que gestiona la creciente colección de arte del hotel», comentan en el estudio. Estas obras también resaltan la riqueza cultural de Poznan. 

El homenaje a la tradición local se refleja en detalles como las ventanas de cristal de una sala de reuniones privada, diseñadas junto con el fabricante Riwal Ceramika i Szkło. Estas vidrieras, inspiradas en el ‘art nouveau’ y en las tradicionales coronas de cristal polacas, añaden una dimensión nostálgica y sofisticada al hotel.

En el restaurante, los diseñadores integraron referencias a los vagones de trenes históricos fabricados en Poznan. Las sillas de cuero y largas banquetas evocan la estética de los años 20 y 30, sumergiendo a los comensales en un ambiente de elegancia clásica con un toque contemporáneo.

Los pasillos del hotel presentan una paleta más oscura en comparación con el resto del hotel, con tonos rojos terrosos e iluminación tenue. Esta elección diseñada guía de manera sutil a los visitantes hasta los vestíbulos de los ascensores, revestidos en piedra caliza pálida escalonada.

En el exterior, cada número de habitación fue moldeado y esmaltado individualmente por Riwal Ceramika i Szkło, reafirmando la importancia del trabajo artesanal en cada detalle. En el interior, Holloway Li optó por una paleta de colores sencilla y textiles suaves, creando una atmósfera de confort y sofisticación.

Las habitaciones de los huéspedes presentan un datum verde con un reborde de madera redondeado, mientras que los baños destacan por un “un degradado vibrante en el cristal de la ducha inspirado en el histórico menaje de vidrio prensado polaco”, señalan en el estudio. Las suites reflejan un lujo discreto, con mesas auxiliares de piedra caliza tallada que complementan la curvatura de los cabeceros de tela y baños revestidos con azulejos verdes y lavabos de mármol a juego.

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