Más fuerte y hermoso resucitará uno de los tres hoteles que existían en el principal polo de sol y playa del país al triunfo revolucionario de enero de 1959.
La emblemática instalación tendrá 934 habitaciones, tres veces más que su originaria capacidad de hospedaje, y evoluciona hacia una estructura vertical de ocho pisos. Será el tercero más alto de la planta hotelera de la afamada Playa Azul, después Las Conchas 1, en fase constructiva, y del Blau Varadero, el de mayor altitud.
Según han dicho sus proyectistas, el mantendrá atractivos que le ganaron la preferencia tanto para turistas nacionales como foráneos, entre ellos el cabaret Continental.
El daño que por su cercanía a la playa provocaba a la duna motivó la demolición de un hotel que en los últimos años también había sufrido un profundo deterioro constructivo que lo llevó a la descomercialización y a operar con pérdidas económicas.