Uno de los dos edificios que integraban el Hotel Condes de Barcelona ha completado una multimillonaria reforma de dos años para renacer como establecimiento de gran lujo en la confluencia del paseo de Gràcia con Mallorca.
Desde el pasado miércoles, el hotel abrió sus puertas al público con una previsión de buena ocupación durante la Semana Santa, especialmente de viajeros europeos. También están operativos sus restaurantes (Lasarte y Oria), así como su coctelería.
El edificio de 1895, la casa Enric Batlló, mantiene elementos de gran valor patrimonial, como su escalinata y fachada, mientras que ha reestructurado su interior y su vestíbulo y hall para abrirse más a la ciudad.