Barcelona subió dos puestos en 2015 y alcanzó la tercera posición en el ranking mundial de ciudades organizadoras de congresos elaborado por la Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales (ICCA), mientras Madrid se situaba en la sexta posición de una clasificación liderada por Berlín y París.
La capital catalana recupera así una posición que ya alcanzó en 2011. El pasado año organizó un total de 180 encuentros, frente a las 195 de Berlín y a muy poca distancia de las 186 de París.
Por su parte, Madrid, que por primera vez en su historia, en 2013, se situó como la segunda ciudad del mundo en la organización de congresos, según ICCA, con 186 congresos, pasó a la sexta posición el pasado año con 171.
También las ciudades españolas obtuvieron un buen resultado en 2014 en el ránking ICCA de ciudades con mayor número de participantes en congresos internacionales, con Barcelona y Madrid, en segunda y tercera posición detrás de la capital francesa.
El turismo de reuniones supone para Barcelona un impacto económico directo de alrededor de € 1,500 millones anuales según datos de Turisme de Barcelona. Además, de forma indirecta, favorece una gran diversidad de empresas de actividades como la alimentación, el transporte o el alquiler de vehículos, entre otros. Además, tiende a ser asociado a un turismo de calidad.
Otro de los aspectos más destacables del turismo de reuniones es su contribución a la desestacionalización, con una distribución relativamente uniforme de los visitantes durante el año. Esta circunstancia permite una gestión más ordenada y previsible.